A ti: No juzgues y no serás juzgado
Madre treintañera, sentada plácidamente en un banco del parque. Hace un día fantástico para salir a pasear y que los niños corran. Sentado a su lado un niño de unos dos años y medio comiendo un plátano; colgado en su regazo un bebé de no más de 3 meses dormido sobre el pecho materno. “¿Qué mejor lugar?- Me pregunto.
- Mami, tengo sed- le dice el niño con sus manitas aún pringadas en fruta.
Su madre le acaricia dulcemente el pelo ensortijado, pelirrojo, por cierto. Saca al bebé de su mochila-cuna improvisada y lo deja en la sillita del hermano. Aun duerme. ¡Qué delicia!
- Ven cariño- le dice su madre mientras coge en brazos al sediento hermano.
Una vez acomodado en sus rodillas, este levanta la camiseta de mamá en busca de la fuente de la vida y empieza a beber, a mamar…cierra los ojos incluso y cae en un delicioso sueño ayudado por las caricias de su madre que juguetea con sus rebeldes rizos.
La estampa era perfecta sin embargo algo llamó mi atención. Un grupo de madres sentadas muy cerca de ella la juzgaban duramente con la mirada, de hecho alcancé a oír a una de ellas como decía. “Eso ya es vicio”.
Esa misma mañana, en la consulta, una madre (una de tantas) rompía en llanto por la presión que estaba recibiendo de las personas de su entorno por haber decidido darle leche adaptada a su hijo.
- Me siento tan culpable, Lucía- me decía entre lágrimas aquella frágil mamá que aún no sabía ni cómo sentarse tras un doloroso y traumático parto que aún no había asimilado…
En esa semana tuve a un par de madres solteras, varias divorciadas, padres separados, unas cuantas madres primerizas recién estrenadas con más de 40 años, más de una docena de madres que habían decidido dar biberones, 3 o 4 con lactancias prolongadas, varias madres ejecutivas que apenas pudieron disfrutar de su baja maternal, muchas que optaron por no incorporarse al mundo laboral para vivir plenamente la crianza.
He tenido madres que usan el porteo para llevar a sus hijos, otras que estrenan carricoches con funda de Carolina Herrera. Madres altas, esbeltas y divinas sacadas de revista, y otras rellenitas, cansadas y ojerosas. Madres desesperadas porque se sabían toda la teoría para conseguir que su hijo comiera, pero en la práctica nada funcionaba. Madres por el contrario que se veían incapaces de contener la gula y el ansia infinita de sus hijos por comer a todas horas.
Madres que practicaban colecho, madres que a los 12 meses “enseñaron” a su hijo a dormir solo. Madres de niñas con preciosos ojos rasgados que delatan una historia difícil. Madres autosuficientes que habían decidido criar a sus hijos en solitario, madres dependientes que cualquier actividad la hacían con su pareja al lado. Madres con estudios, madres sin estudios…
Y todas ellas, todas sin excepción, compartían algo- Compartían un sentimiento, un desazón: Se sentían juzgadas.
Si le das biberón definitivamente eres la peor madre del mundo, si le das teta pasado el año, tu hijo es un “vicioso” y tú culpable por permitírselo.
Si duermen contigo que sepas que lo estás haciendo fatal porque no estás cuidando tu matrimonio.
Si aplicas el método Estivill es que no tienes compasión.
Si decides ser madre soltera, estás loca.
Si te divorcias con tus hijos pequeños, eres una egoísta.
Si vistes con taconazo y te pintas los labios de rojo, eres una pija. Y si porteas y llevas chanclas, una hippy sin credibilidad. Si tu pareja es más joven y no trabaja, es un vago interesado; si por el contrario es bastante mayor que tú, a saber qué buscas en él. Si sólo tienes un hijo, eres muy egoísta y no piensas en él.
Si solamente consumes productos ecológicos y utilizas pañales lavables, se te ha “ido la olla”; si solamente le das potitos de frutas porque no hay manera de que se coma la fruta natural, estás envenenando a tu hijo. Si lo llevas a un colegio privado es que eres una elitista, si optas por no apuntarle a ninguna actividad extraescolar es que pasas de todo. Si le das antibióticos a tu hijo porque así te lo ha dicho tu pediatra, estás haciéndolo mal porque no dejas que su cuerpo luche; si le das remedios naturales, eres una inconsciente.
Si lloras, eres una llorona. Si no lloras, es que eres demasiado dura y fría.
¡Pero bueno! BASTA YA!!!! Basta ya de juzgarnos. Debemos estar unidas y apoyarnos, o al menos, no entorpecernos que bastantes palos tenemos en las ruedas ya ¿no os parece?
Mirad, en mi vida he tenido que tomar decisiones difíciles, algunas con cicatrices incurables, como muchas de vosotras. Y también me he sentido juzgada, mucho.
Desde que tengo el blog y escribo libros también me he sentido así, pero ahora me lo tomo de manera diferente, la experiencia es un grado. ¿Qué sabrá esta persona de mí para atreverse a decir eso de mi persona?- me digo mientras me como alegremente unos pistachos. Esto ya no me molesta, sería absurdo seguir escribiendo si me molestara.
Pero lo que sí me duele y me hiere profundamente es cuando en mi día a día y en el vuestro también, juzgamos y se nos juzga.
Definitivamente no. Hago un esfuerzo cada día, ahora ya cada vez menos, en repetirme las veces que haga falta las palabras que me decían mis padres en mi adolescencia: “Lucía, no juzgues y no serás juzgada”. Y lo hago, lo intento. Y me lo repito conscientemente una y otra vez.
Deja que las mujeres que te rodean vivan su maternidad como les de la gana, déjalas tranquilas. El último post de “Yo no renuncio” va en la misma línea. Volved a leerlo y reflexionad sobre este tema.
¿Cuántas veces has juzgado hoy a alguien? ¿Y cuántas veces te has sentido juzgada?
Guardería, sí; guardería no. Teta, biberón. Trabajo, no trabajo. Madre soltera, casada o con las parejas que le de la real gana. Ropa de marca o de mercadillo. Colecho o no colecho. Productos ecológicos o de mercadona. ¿Qué más te da a ti?
En la consulta, los pediatras debemos asesorar, informar y orientar cuando nos pedís consejo, pero nunca juzgar. Y he de reconocer que a veces el consejo médico y el “juicio” como tal, están separados por una delgadísima línea que debemos respetar, siempre y cuando la salud de los niños no esté en juego.
La maternidad y la crianza no llevan un traje de talla única, no existe el manual de la “buena madre”, olvídate.
No te metas en jardines a los que ni siquiera has sido invitada.
¿Sabéis que es lo más reconfortante para una madre? ¿Sabéis que con solo escucharlo nuestra expresión facial cambia de un modo maravilloso? ¿Sabéis que con solo oírlo una vez, tenemos energía para muchos días, meses, incluso para el resto de nuestras vidas?
Sí. Yo sé perfectamente quienes me lo han dicho y en qué momento, y no, no lo olvido ni lo olvidaré. Y cuando me siento juzgada, cuestionada, a veces acorralada, solo tengo que volver a todos ellos y repetírmelo:
(Nota: este es un extracto de uno de los capítulo de mi segundo libro “Eres una madre maravillosa” que puedes conseguIr AQUÍ)
Dra. Lucía Galán Bertrand. Pediatra y escritora. www.luciamipediatra.com.
Y recuerda, si quieres explicarle a tu hijo qué es la fiebre, por qué se produce, si quieres verle reír con los virus, los mocos, las bacterias; explicarle las vacunas, la alimentación, hablarle de la diversidad o del sueño, no te pierdas «Los cuentos de Lucía mi pediatra» que puedes pedirlos AQUÍ.
Dra. Lucía Galán Bertrand. Pediatra y escritora. Autora de:
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Etiqueta:inteligencia emocional, lactancia materna
45 Comentarios
con este post todas las mamas nos sentimos indentificadas en algun momento. Y lo mas importante esque para nuestros hijos somos las mejores. besis
Querida Lucía,
Te sigo en RRSS, leo tus libros, me compro tus cuentos para mis hijos y tu agenda para mis amigas embarazadas. Te admiro y te respeto profundamente y creo que estás haciendo una labor de divulgación absolutamente espectacular. GRACIAS.
Ahora bien, al hilo de este post: he de decir que una heridita se me abrió con el tema guardería. Vivo a cientos de km de cualquier familiar (y aunque viviera cerca, creo que tampoco delegaria la labor de crianza en los abuelos, que también tienen derecho a hacer su vida). Tomé la decisión de llevar a mis hijos a la guardería combinado con una jornada reducida porque consideré que, con los contras (que los tiene), era un entorno más controlado y seguro. Aquel alegato en contra de las guarderías en uno de tus libros, el aquel se acostumbran porque no les queda otro remedio, pobrecitos, aquel hablar de los madrugones injustificados…todo se me clavó en el corazón y me hizo sentir insegura. Hoy miro atrás y creo que tomé la decisión adecuada, pero de algún modo, sentí que tu texto estaba juzgando mi decisión.
Con todo mi respeto.
La frase que mejor lo resume todo es: “no te metas en jardines a los que no has sido invitada”.
A mí me empezaron a juzgar desde que me quedé embarazada porque a los 6 meses me casaba, frases como: lo estabas buscando?, Estás loca, por qué no te has esperado?, El traje de novia no te va a entrar!!!
Cuanto tuve a mi hija por circunstancias que aún las tengo en mi cabeza como una pesadilla (cesárea, cansancio, ansiedad..) tuve que darle biberón a mi hija, la matrona literalmente gritándome diciéndome que estaba loca, de vergüenza, decirme eso cuando mi hija solo tenía 5 días, la inseguridad y el miedo me han acompañado en este tiempo.
Me he pedido reducción de jornada entre otras cosas porque no tengo con quien dejar a mi peque, y me tachan como “madre coraje”
irónicamente, como si me creyera mejor madre por no trabajar 8 horas…
Todo esto y mi hija solo tiene 5 meses, no creo que nadie se lo merezca.
Muchas muchas gracias! He sentido una “especie” de liberación leyendo el artículo.
Yo incluso me he sentido juzgada y no sé si puedo llamarlo así, por mujeres que no han sido madres. Cuando mi postura es que cada un@ haga lo que considere y me haga feliz.
Parto d la base de la ignorancia como raíz de ciertos comentarios y por ello con la cabeza fría razonó y pienso que las intenciones no son malas solo son posturas basadas en la imagen que podamos tener de las cosas que no conocemos.
Por otro lado las madres que criticamos a otras madres puedo entenderlas como la frustración ante lo que hicimos o no hicimos sin convicción propia y sin estar seguras de ello. Me incluyo por qué quien esté libre de haber criticado que tire la primera piedra…
Un saludo y de nuevo, muchas gracias por el artículo.
Gracias
Y los prejuicios.Me quedé muy delgada tras el embarazo horrible que tuve (una hipermesis gravidica hasta el último día que no se la deseo a nadie),y siempre he sido de las que le gusta la ropa y vestirme con taconazo y pintada.Vamos los que se llama una pija?
Me llegaron a decir que no comía pa lucir.
Tras el embarazo,mi lactancia prolongada,el colecho,el porteo,el blw,montesori,no deben de ir con los pijos y he recibido miradas y críticas de todos los lados.
Asique cada uno haga lo que mejor le parezca ,que es su hijo y su relación.
Gracias por artículos como este,los deberían de repartir el mismo día que das a Luz a todas las visitas.
Gracias Lucía por tus palabras. Yo soy madre primeriza, mi nena tiene 5 meses y llevo 5 meses oyendo todo tipo de comentarios que te hacen sentir una madre nefasta pero pienso… Si mi hija tiene 5 meses, con lactancia materna exclusiva está en el percentil 50, no se ha puesto mala ni un día, es super risueña…. A lo mejor no soy tan mala madre ¿no?
Lucía, no sabes lo mucho que se agradecen textos como este, sobre todo viniendo de una profesional como tú. Yo acabo de quedarme embarazada, y ya en la cena familiar en la que lo anuncié tuve que empezar a sentir esa presión. Estábamos en un bar, me ofrecieron ensalada y dije que prefería no tomarla ya que mi médico me había recomendado evitar verduras crudas fuera de casa, ya que no puedo estar segura 100% acerca de cómo se han lavado. Esta decisión, que no obedece a otro deseo que el de proteger a mi bebé de un riesgo innecesario, provocó toda serie de comentarios sobre que estaba siendo ‘extremista’ e ‘hipocondríaca’. En ese momento me sentí tan mal que incluso me planteé pinchar un poco de aquella ensalada, pero después pensé ¡Qué demonios! ¿Acaso a los demás les afecta en algo que yo prefiera pedir una parrillada de verduras en lugar de ensalada? ¿Qué más les da lo que yo decida, entonces? Es una tontería, pero también una muestra de todo el largo camino de juicios ajenos que todas las nuevas mamás tenemos por delante. Y sentirnos arropadas por profesionales como tú es fantástico, de verdad. Muchas gracias
Sencillamente genial: GRACIAS!!
Creo que aquí aplica eso de “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”… creo que todos acabamos juzgando a aquellos que nos juzgan…
Es importante, desde mi punto de vista, que al leer este nos veamos como las que juzgan y no como juzgadas. Seguro que en más de una ocasión hemos estado en ese “bando”.
Yo llevo años diciéndome ese mensaje de si no quiero que me juzguen no debo juzgar yo. No estoy de acuerdo con el colecho, por ejemplo, según las circunstancias, pero que cada uno haga lo que considere…
Gracias Lucia por hacernos reflexionar.
FELICES FIESTAS!!
Hola .mi hijo tiene defict de hormona de crecimiento.podrías poner un post sobre la hormona de crecimiento . gracias …
Sencillamente, perfecto!
Este escrito debería repartirse en la habitación del hospital, después de haber dado a luz…
Enhorabuena!
La verdad es que la base es tener respeto hacia las personas. Y hay veces en que parece que se olvida. Pero lo cierto es que no todos pensamos de la misma manera ni por tanto actuamos igual. Cada madre, cada padre, hace lo que considera más adecuado para sus hijos y así debe ser, aunque no opinen igual que tu. Y la maternidad es un continuo aprendizaje que nos hace replantearnos las cosas constantemente por lo que hay que dejar a cada cual con sus errores y sus aciertos, porque en eso consiste el respeto por la paternidad que elija cada persona.
El otro dia te comente las entradas que más me habian gustado, pero esta….. es hasta ahora la mejor, identificadiiisima me siento!juzgada? A diario estoy tan loca que todavía le doy teta al peque si ya tienr 2 años!y al mayor se me ocurrio darle 3! Como eso…. muchiiisimas más cosas, pero q le vamos a hacer…..
Gracias x estas entradas!
Votadiiisima!
Bien!!!! Gracias!!!
por cierto, ya he votado ;-D
Yo creo que cuando uno es plenamente consciente del cambio que sufrimos al ser padres y como evolucionamos a medida que vamos superando pruebas, el tiempo no puede más que mejorar lo presente. Pero reconozco que esto es un ejercicio que debemos hacer cada cierto tiempo. Parar, echar un poquito la vista a tras, reflexionar, cambiar el rumbo a veces , reafirmarnos en otras ocasiones… Es algo en lo que yo pienso mucho. Pero si no nos paramos a pensar, si no somos autocríticos, si no hacemos balance y no observamos nuestro entorno, difícilmente mejoraremos y efectivamente como tú dices nos convertimos en abuelos juiciosos e injustos. No, yo espero no llegar ahí, no.
Un beso!
Totalmente de acuerdo con la respuesta, Lucia. La verdad es que tener hijos es una de las mejores curas de humildad que existen. Todos teníamos clarísimo como se tenían que hacer las cosas y quien no lo viera así es que estaba ciego! y cuando te toca torear a ti… jajajaja
Y mi pregunta es, y cuando nos hacemos mayores? me da la impresión que todos nos vamos dando cuenta del gran error que cometimos cuando juzgamos desde la barrera y todos nos prometemos a nosotros mismos no volver a hacerlo, pero por otro lado, me da la impresión que cuando nos hacemos abueletes volvemos a juzgar, no?
Nos pasará a todos? nos olvidaremos de esta gran lección aprendida?
Espero que no… :-S
No te disculpes Jota. Agradezco enormemente tus palabras y tu honestidad. Es fantástico la forma que tienes de llevar la crianza de tus hijos. Y te admiro. También tengo que decirte que la realidad es que las mujeres nos sentimos juzgadas, probablemente más que los hombres, por los motivos que sean, y además nosotras tendemos a juzgar más; más de lo que lo hacen los hombres también. Sí. Así que esto es un ejercicio de reflexión de una mujer que también se ha sentido juzgada (y que hace años juzgaba más que ahora) y dirigido a las cientos de mujeres que acuden a mi consulta y que me muestran ese pedacito de sus vidas, de sus miedos, de su culpa y de sus juicios…
Un beso.
Yo me siento totalmente identificado, porque en mi caso, los dos le damos la papilla, los dos decidimos el colegio, los dos decidimos colecho sí, colecho no, los dos renunciamos a nuestras carreras profesionales para asumir nuestras responsabilidades como toca, etc. Esta claro que la lactancia es un tema exclusivo de la madre (no la opción biberón por eso), pero por suerte hasta en esto mi mujer que es la mejor del mundo, me ha involucrado al 100% en la decisión.
Entiendo perfectamente que el artículo vaya dirigido a las madres, es la realidad de lo que vivimos hoy en día, nada que decir. Sin embargo, me siento apenado, porque creo que si empezamos a dirigir este tipo de artículos a los dos progenitores en general (aclarando cuando toque que partes son exclusivas de uno o el otro, como por ejemplo tema lactancia), quizás ayudaría a que cada día la crianza fuera un poco más compartida.
Un muy buen amigo mio, su padre se quedo viudo cuando el era un bebe y estoy seguro que ese padre también se siente identificado, por ejemplo.
Dicho esto, y volviendo a resaltar que solo es un comentario o un pensamiento en voz alta, no una crítica, ya que la realidad que tenemos es la que es, muchísimas felicidades por este y por todos los artículos. Eres genial, te lo digo de corazon.
Espero no ofender, ya que no es mi intención para nada, todo lo contrario, pero como soy consciente que puede ofender, pido disculpas de antemano si alguna así se siente.
Un abrazo enorme
Madre mía, que bien me he sentido leyendo tu post (y cuánto me he reído).
Harta estoy desde que, aún sin haber dado a luz, era juzgada por una persona cercana a mí. Si había comprado lo bodys blancos … ERROR!!! Debían ser rojos… Si no quería “noseque” trasto … ¿cómo no iba a tenerlo? ¿estaba loca? Todas las decisiones que tomaban eran puestas en duda porque su “LIBRO DE SUPERMAMÁ” decía lo contrario… Lo he pasado fatal… me sentía juzgada por ella y por todos sus “palmeros”, de manera que todo lo que decidía era pasado por su colador. Hasta que un buen día decidí que el hijo iba a ser mío y que mi pareja y yo decidíamos cómo queríamos hacer las cosas. Me costó que entendieran que ya no me afectaban sus valoraciones, aún las siguen haciendo, pero he aprendido a vivir mi maternidad como mi corazón y mi criterio (y la preciosa sonrisa de mi hijo) me dictan.
Este tipo de comportamientos es únicamente consecuencia del patriarcado machista al que durante milenios ha estado sometida la mujer. No existe la libertad, sino el prejuicio y la “obligación” de escuchar y obedecer a quien te “gana” en años, experiencia o ascendiente.
Este machismo oculto ha pasado a ser parte intrínseca de nuestra cultura y es practicado tanto por hombres como mujeres. Es hora de que hombres y mujeres nos alcemos contra los prejuicios y contra las imposiciones culturales o morales de unos pocos.
Recordemos cómo hay locales en los que se ha expulsado a madres que estaban dando el pecho “por ser poco decoroso”.
No puedo estar más de acuerdo contigo, Lucía! Es lo único que llevo mal de la maternidad. Yo estoy tan feliz con mi niño y mi niño conmigo, hasta que alguien a quien no he pedido consejo ninguno, insinúa o dice claramente que tal cosa no está bien, o que hagas esto así o al revés. Y una con su inseguridad de primeriza y su revolución hormonal ya se queda con el run run. Temgo que recordarme a mi misma el porqué he tomado esas decisiones y que estoy segura de lo que hago. Entiendo que la gente lo hace con la buena intención de ayudarte, pero en muchas ocasiones no ayudan.
Genial, brutal! Excelente post, has plasmado de forma sencilla y contundente lo que muchas pensamos. Sencillamente gracias!
Pues ale, a pedir el doble voto! Yo voy a hacerlo en mis redes sociales. A ver si hay suerte y te aupamos al número uno! Besitos!
Hola Lucía!
Coincido absolutamente en todo lo que cuentas.
Yo también me he sentido juzgada en reiteradas ocasiones. Que te juzguen personas a las que no te une nada, pues es llevadero, pero ser juzgada por gente a la que quieres…..Qué triste.
Me sumo a la causa. No juzgar para no ser juzgado.
Un abrazo
No tenía ni idea de lo que me acabas de decir del doble voto! Muchas gracias!! Jeje!
Y sí, tristemente tienes razón en tu reflexión. Pero debemos seguir intentándolo!! Un beso
Lo triste es que eso no pasa solo en el ámbito de la maternidad. Eso pasa en todos los ámbitos de la vida. Mucha gente juzga a los demás, y eso es por el gran complejo de inferioridad que tienen y por la envidia que la produce la situación que critican. Y es triste, pero es lo que hay. Es muy difícil que tanta gente cambie, por mucho que a todos nos duela y nos indigne esa actitud. Mucha suerte en los premios Bitácoras. Te mereces estar no sólo entre los tres primeros, sino en lo más alto. Yo ya te voté con mi cuenta de Facebook y Twitter. No sé si sabes que votar con ambas cuentas son dos votos. Quizá pedir los dos votos de cada uno sea el pequeño empujón que te falta. Besitos Lucía
Hartita de ser juzgada y de tener que defender las opciones de otras madres ante juzgonas aburridas.
En mi caso, a parte de la lactancia prolongada, el colecho y el no llevarla a la guarderia… Me presionan para que deje a mi hija y salga de fiesta o de viaje… Pues no me da la gana!! Tendre muchos años para hacerlo y ahora quiero aprovechar cada segundo de mi hija. Soy separada y de momento ella esta siempre conmigo pero cada dia es una cuenta atras para iniciar las estancias con su padre y ya me tocara dejar de disfrutar de ella.
Entiendo que la mayoria de madres necesiten un espacio propio pero yo de momento no.
Dejemos a cada madre hacerlo a su manera, cada madre es un mundo y cada relacion madre-hijo es un submundo y todas las opciones son buenas
Bravo!!!
Qué fácil decirlo pero qué difícil ponerlo en práctica! Porque cada madre es un mundo y cada niño también. Cada uno con sus historias y su corazoncito… Se juzga de vicio, y ese sí que es un vicio feo, peor que la teta hasta los 15 años! Besotes!
Yo es cierto que aún no soy madre, estoy embarazada de 24 semanas de nuestra primera hija, y en estas semanas he recibido una cantidad de consejos no solicitados sobre como criarla que creo que podría escribir un libro. Ya hoy por hoy me resulta molesto que lo hagan, como si no supiera nada sobre niños o bebes, no quiero ni pensar lo que padecen otras personas o lo que me queda por delante. Guardaré el enlacede esta publicación, porque sé que lo acabaré necesitando. Gracias por estas publicaciones 🙂 Me suben mogollón el autoestima
Gracias Lucia por este post.
Todas, absolutamente todas las que te leemos nos sentimos identificadas ya que a rodas nos han juzgado alguna vez.
Me encanta como lo escribes….
Ademas cuando los “consejos” no pedidos vienen de tu propia familia, incluso llegan a doler y a hacerte sentir como una loca.
Un beso a todas y recordad que son “nuestros hijos” y los de nadie mas!!
Interesante entrada y pensando un poco sobre cómo vivió mi mamá su maternidad con mi hermano y conmigo, pues con mi hermano estuvo cuidando de él hasta que tuvo cuatro años y ella entró a trabajar, él no tomó pecho durante mucho tiempo porque no se sentía lleno, por otra parte, yo tomé pecho hasta los seis meses y no duré más, debido a que ella tenía que viajar a Caracas a hacer unos cursos y qué más, tuve que empezar a tomar tetero (biberón) cuando tenía poco más de un añito, tuvo que ir a Bolivia a hacer un curso que duró un mes y pocos días, cuando regresó, le tocó volver a enseñarme que ella iba y venía, que no se había perdido, luego el trabajo quería mandarla a Japón durante seis meses y ahí sí tuvo que escribir un comunicado explicando que no podría ir, dado que tenía una bebé muy chiquita y con lo que trato de expresar con este relato es como viva cada quien su maternidad no es problema de nadie, saludos.
gracias porque con este post todas las mamas nos sentimos indentificadas en algun momento. Y lo mas importante esque para nuestros hijos somos las mejores. besissss. is
Gracias por tu coherencia Lucía.
A mis 40 años acabo de reestrenar maternidad con mi tercer hijo después de 15 años… y sigo pasándome por el arco del triunfo los juicios de las supermamás a las que, por cierto, nunca he pedido consejo (ni opinión). Pero tampoco los doy, para eso están sus pediatras, sus madres y su sentido común, que por muy común que debiera ser cada una tenemos el nuestro ?
hola lucia! yo también me siento juzgada en ocasiones por haber decidido cuidar a mi hijo apartando por unos años el trabajo incluso por “familiares”. además en septiembre mi hijo de 2años empezó la guarde (2horas diarias) y era en plan pero bueno si no trabajas porqué lo llevas a la guarde? pues porque me da la gana; y no trabajó pero tampoco puedo irme de vacaciones, ni comprarme ropa a menudo, ni salir de cenas y muchas cosas más que no puedo hacer…
Hola Lucía, pues si dicen que digan, mientras que los padres demos ejemplo a nuestros hijos de tu blog de hoy, excelente, por cierto, eso y otros valores es lo que importa, y como les digo yo, lo que no te guste que te hagan, no lo hagas, esa es mi filosofía de vida y siempre con en corazón en la mano, amablemente y con una sonrisa.
Feliz tarde, noche maja. 🙂
Mil gracias Lucía, por decir lo que a veces no nos atrevemos a decir. Yo hace un año que tuve a mi niña y desde entonces me he sentido juzgada muchas veces, sobre todo por darle el biberón( cuando nadie me ha preguntado el motivo). Cada niño, cada mamá y cada familia es diferente, y todo queremos lo mejor para ellos.
Un abrazo,
Cris
Bravo!!! Esperaba este post! Toda la razón Lucía, con la maternidad surgen mil dudas e inseguridades y todos esos juicios y prejuicios no hacen más que impedir el pleno disftute de esos bonitos pero duros momentos.
Un fuerte abrazo
Mil gracias Lucia, por decir lo que muchas pensamos y, a veces ,no nos atrevemos a decir. Yo hace un año que soy mamá y todo el mundo tiene algo que decir, casi siempre negativo, sobre las decisiones que tomamos. Cada niño, cada mamá y cada familia es diferente, y creo que todos buscamos lo mejor para nuestros niños.
Un abrazo,
Cris
Exacto. Lo hacemos lo mejor que podemos. Y en cada casa, en cada familia funciona una manera de hacer las cosas. Respeto por encima de todo, comprension, que es una tarea muy complicada y vamos dar ejemplo a nuestros hijos.
Bravo Lucía!!! Nunca hasta ahora me había animado a escribirte, pese a estar suscrita a tu blog y haberme sentido identificada en muchas entradas.
La de hoy me parece fabulosa, extensible a todos los ámbitos. Siento además que es muy importante transmitírselo a nuestros hijos.
Soy fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, y veo a muchas mamás para su recuperación postparto. Muchas comparten sus inquietudes y entre ellas comentan al estar en ejercicios grupales. Y siempre que me preguntan sobre mi experiencia como madre, les digo que recuerden que les cuento “mi experiencia” y que cada una tiene que hacer lo que su instinto le indique, sin sentirse mal por ello.
Muchísimas gracias Lucía y a por los premios Bitácoras!!!
Un fuerte abrazo.