Día de la madre y mis hijos a 2000 kms de distancia
Jueves, 28 de abril. 8.30 am.
-Lucía, cariño, recuerda que este domingo a las 10 am coges el avión rumbo a Las Palmas- me comunicaba Fátima, mi maravillosa “agenda humana” de este nuevo Planeta en el que vivo.
-¿Este domingo? ¿No era el lunes? – le contesté con el corazón en un puño.
-No, es este domingo, día 1 de mayo, para llegar a tiempo a la Feria del Libro que es el lunes por la mañana. – me contestó ella con la dulzura propia de su sangre canaria pero contrariada por mi reacción.
-Es el día de la madre… – alcancé a contestarle con un hilo de voz.
-¿Es el día de la madre? Ay, Lucía, chiquilla, ni idea tenía… Pensé que lo tenías todo claro cuando lo hablamos hace unas semanas. Está todo preparado, cielo… – su voz dicharachera y alegre se fue apagando y me sentí tremendamente responsable de su malestar.
-Tranquila Fátima, no te preocupes. A las 10 de la mañana estaré cogiendo ese avión – le contesté rápidamente asumiendo mi culpa.
Mi chico escuchó toda la conversación. Con la tranquilidad que le caracteriza me dijo:
– ¿Este domingo?
-Sí, cariño… Le contesté haciendo un puchero casi infantil.
De su boca no salieron más palabras, no así de su mirada.
“Tocada y hundida”
Me fui a trabajar con la sensación de no haber llegado a la meta, de haber perdido algo importante por el camino. Conduje con la mirada fija en la carretera y, por primera vez, apagué la música. En los semáforos miraba a mis compañeras conductoras y mentalmente les lanzaba esta pregunta:
-¿Tú tampoco llegas? ¿Tú también dejas cosas por el camino?
Y sentí como el sentimiento de culpa eliminaba la alegría natural con la que voy cada mañana al hospital. Antes de que me consumiera me dije:
-¡Lucía, para! No te culpabilices. Nunca vas a ser una madre perfecta pero ¿sabes qué? Que para ser una buena madre no es necesario ser perfecta. No te juzgues a ti misma, juzga tus actos, tu comportamiento, lo que haces, pero no juzgues tu esencia.
Y en ese momento decidí encender de nuevo la radio y conectar la lista de “música inspiradora” y en muchos casos “sanadora”, a través del Bluetooth.
Respiré hondo, analicé lo que había ocurrido y de pronto escuché el “ding-dong” que me anunciaba la entrada de un email importante, en este caso de mi editor:
“Lucía, ¿Qué ha pasado con el vuelo? Era el día uno…¿Estás bien?”
No estaba bien pero estaba a punto de estarlo. Así que antes de contestarle seguí con la conversación conmigo misma.
No soy de poner paños calientes, yo soy de las que cojo el toro por los cuernos aún arriesgándome a terminar en la enfermería.
- Lucía, eres una madre maravillosa- empecé- y tus hijos son MUY felices.
Solo con estas dos frases mi cuerpo entero se relajó. Subí aún más el volumen de la música del coche y sentí un placentero escalofrío en la nuca.
-Estás cumpliendo tu sueño, persíguelo y disfrútalo mientras permanezca vivo en ti. No te juzgues. Aprende de tus errores, potencia tus fortalezas y trabaja tus debilidades. Tu fortaleza más grande es tu pasión. La pasión que pones en todo aquello que te gusta. Mantenla viva, siempre, Lucía, siempre. ¡No la pierdas! Tu debilidad en estos momentos es la gestión del tiempo. Busca soluciones, no pares hasta que no las encuentres.
Esta voz interior resonaba en mi cabeza como si no fuera mía. ¿Quién me hablaba? No lo sé, pero sentía la necesidad de poner mis cinco sentidos en ella. Y así hice.
Llegué 10 minutos antes al trabajo, así que aparqué y allí me quedé agotando el tiempo entre buena música, sabios consejos y tímidos escalofríos.
– La gestión del tiempo.- me repetía una y otra vez.
– ¿Has hecho algo para empezar a solucionarlo?
- Sí- contesté decidida mientras repasaba mentalmente todas las medidas que había tomado para pasar más tiempo con mi familia.
- ¿Y te ha funcionado?
-
Sí- contesté de nuevo- Estoy casi todas las tardes en casa con mis niños.
- Bien, entonces estás en el camino – escuché a lo lejos.
- ¿Y por qué me siento culpable? – me dije mientras me quitaba el pañuelo anudado al cuello que parecía robarme el aliento…
-Porque eres perfeccionista por naturaleza, porque nos han vendido una imagen de mujer perfecta que no solo no es real sino que es dañina. Porque eres un ser humano. Y errar es de humanos. Y ahí está la maravilla de nuestra especie, el equivocarnos, el caernos y levantarnos, el aprender de nuestros errores desde la autocrítica y la humildad y no desde el castigo. ¡Así que deja de castigarte! Muévete. Si hay algo que no te gusta, muévete. Lo contrario es torturarse.
Bésate, abrázate y acaríciate mentalmente porque esto es lo que necesita este mundo. Gente que se quiera, gente que rebose amor y empatía para así derrocharla y derramarla por los cuatro costados.
- Lucía, la última palabra sobre ti misma la tienes tú. Tu último y más profundo pensamiento, tu esencia, tu alma, son tuyos y escúchame bien, son intocables.
Al terminar la consulta en la que de una forma casi mágica me abstraigo absolutamente de mis pensamientos y me centro en mis pacientes, cogí el teléfono y le mandé un mensaje a mi chico:
-Mete el turbo que nos vamos a comer algo rápido. Tengo algo que contarte que te va a gustar…
No vi su cara al leer el mensaje pero sé que sonrió y mucho.
Tiempo de calidad. Tiempo de calidad. Tiempo de calidad. No solo con nuestros niños, no os equivoquéis, también con nuestras parejas.
-No hagas planes para el sábado 21. Saldremos nada más desayunar, sin niños. El domingo estaremos de vuelta, no es mucho, solo 24 horas pero …
No me dejó terminar.
-¡Pero nada, Lucía, 24 horas es muchísimo! – me dijo con la misma mirada de los niños cuando abren las puertas del salón la mañana de Reyes y ven sus ansiados regalos por el suelo enterrados entre docenas de globos.
Al llegar a casa, recogí a mis hijos del cole y les dije:
-Niños, ¿os parece bien que celebramos el día de la madre el sábado? – lo dije con cierto temor a su reacción. Una nunca sabe cómo van a reaccionar ante determinadas situaciones.
Una vez más, mis hijos, me dieron una lección:
-No, mami, genial. Pero entonces tengo que ir a casa corriendo que me falta terminar una cosa- contestó mi hija para quien todos los días sin cole son domingos, y todos los días de colegio son martes.
Y así hicimos. Ayer celebramos el día de la madre por partida doble ya que también estaba mi madre, mi maestra de vida, de la que tanto tengo aún que aprender. -Mamá, qué alto me dejaste el listón.
Comimos en familia, nos tumbamos en el sofá a ver una peli y por la noche, como viene siendo costumbre, me ayudaron a hacer la maleta entre risas y preguntas inspiradoras.
Esta mañana me fui de casa mientras todos dormían aún… Les di un beso a cada uno de ellos, cogí la maleta y cerré la puerta. Cerré la puerta de mi casa y cerré la puerta de la culpa.
Porque soy yo y nadie más quien abre y cierra las puertas de mi vida. Soy yo quien tiene la última palabra en mis pensamientos y … no, la culpa ya no será bienvenida en esta casa.
¡Feliz día de la madre estéis donde estéis, solas o acompañadas: sois, somos maravillosas!
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Etiqueta:culpa, Día de la madre, inteligencia emocional
17 Comentarios
Muchas gracias!!! Y sí, tienes toda la razón!!!
Un beso inmenso!
Lucía!! el día 1 es el día del “corte inglés”…tenemos 364 días al año para celebrarlo, para que nos regalen cosas, para que nos feliciten, para demostrar lo buenas o malamadres que somos
…Nos han metido tanto ese día comercial por los ojos (y el del padre ) que fíjate como te viniste por unos minutos abajo por no poder estar el día que nos han impuesto comercialmente con tus hijos…menos mal que se trata de tí….de tu valentía…de tu alegría y de tus habilidades sociales, sentimentales y tu manera de hacer de coach contigo misma…
Que grande eres Lucía!
Me apunto tus frases en negrita 😉
Ay veronica… Mis hijos son más mayores, he pasado por cosas que aún no has pasado y quizá por eso lo veo con otra perspectiva. Hace unos años sería incapaz escribir una sola línea de las que escribo ahora. Mucho animo preciosa! Efectivamente pasará y recuperarás mucho de lo que crees haber perdido! Un beso inmenso.
Siento mucha envidia. Es como si tuvieras un “poder” que desde luego yo no tengo. Una pareja maravillosa. Embrazada de mi segundo hijo, y feliz por ello, me siento muy triste. Y sin “poder” hacer nada, respecto a mi marido. Y mi relacion. Y cómo me siento estando con el. Y todo ese potencial que tengo, que veo ahora mi hija de 18 meses, se va al traste. Porque me siento profundamente incomprendida, inatendida, nada escuchada, invisible, desprestigiada. Sola. En lo emocional, en el sentir, en el compartir corazones, en las miradas, en la conexion… Quiza me pilles sensible, o las hormonas… (el diria algo asi, o pensaria que estoy mal yo, q el problema es siempre mio…)o no diria nada. Nada. y se que esto pasara y volvere a la rutina donde funcionamos “bien”…de manera practica… Y volvere a tener ganas un dia de sentirme guapa, que gusto, que me escuchan y comprenden, sentir que elijo bien con quien compartir una vida…
Qué gusto empezar la mañana leyéndote Mariola!! Muchas gracias!!! Un beso inmenso!!
Gracias Lucía por este post!! Me encanta cómo escribes, cómo transmites… Es increíble cómo expresas tan bien lo que se siente, porque todas nos hemos sentido así muchas veces… Ayer me hicieron muchos regalos por el día de la madre, uno de ellos tu libro. Y anoche empecé a leerlo. Sabía que me iba a emocionar, pero no que iba a sentir tanto, tan dentro, y con tanta intensidad. Gracias de nuevo, por permitirnos conocerte mejor, darnos esa confianza y ese permiso. Haber “estado” en el nacimiento de tu hijo ha sido maravilloso. Como bien has dicho alguna vez, sabes que te expones, pero has decidido ser valiente y hacerlo. Sigue así, no pares, no te permitas dejarlo, llegarás tan lejos como quieras y ahí estaremos para acompañarte, como tú haces con nosotras. Un abrazo enorme. Y a seguir “contagiando” por tierras canarias…
Animo Lucía! Un beso enorme y disfruta. Cada día es el dia de la madre, de los hijos… de la familia en definitiva!! Q vaya muy bien en Canarias y nos vemos d nuevo el viernes para educar desde la tranquilidad ???
Gracias Lucía, mil gracias de verdad. Y siento tu fuerza y tus textos me hacen ser mas fuerte.un beso enorne
Gracias Susana, tú a mí también me inspiras!!! Nos seguimos! Nos escuchamos, nos entendemos y nos apoyamos. De esto se trata… De esto va la vida, algo tan sencillo como esto. Has dado en el clavo! Un beso preciosa!
Me ha encantado tu post.! Y sobre todo creo que es algo que nos caracteriza a las mujeres de nuestra generación. Querer ser perfectas y culparnos por ser humanas y no llegar a todo. Yo soy una apasionada del pensamiento femenino, consideró que compartir experiencias de vida entre las mujeres no sólo es inspirador sino terapéutico. Yo también persigo mi sueño y eso hace que en este momento el tiempo sea mi bien más preciado y con dos hijas aún más …. ¡Felicidades! Te considero una mujer muy inspiradora ..
Gracias por esta magnífica reflexión.
Así es!!!! Everyday!!!! ❤️❤️❤️
Amapolilla unos a 1000 o 2000 km y otros a menos kilómetros pero también separados por motivos de trabajo o diferentes situaciones familiares!! El día de la madre es todos los días!!! O no??? ?.
Yo lo celebre el viernes!! ?
Llora si así lo necesitas, yo también soy muy llorona, me limpia por dentro… Le echas de menos, cómo te comprendo Elena, pero tú eres una madre maravillosa y tú hijo es MUY feliz y esto es lo que ha de perdurar en ti, siempre, en los momentos de luz y en los de oscuridad como hoy. Y si él es feliz… Tú también lo eres! Un beso inmenso y te mando toda mi fuerza!! (Que es mucha, eh?) jeje.
Una vez más me haces llorar, y digo una vez más porque esta tarde leyendo tu libro también me emocioné.
Mi niño de 5 años esta hoy a 1000 kilómetros con su padre, cosas de la vida…nos separamos cuando nació.
Y lloro, porque le echo de menos, porque no es fácil, pero yo tambien soy una madre maravillosa y mi hijo es muy feliz.
Muchas gracias y disfruta tu sueño
UN beso enorme
Gracias a ti Carmen, efectivamente, no queremos lástima ni pena… Compasión desde el sentido de movernos a hacer algo a cambiar las cosas que no nos hacen felices! Un beso grande!
Gracias Lucía….. cada día nos enseñas algo nuevo acerca de esta profesión, remunerada con besos y abrazos.
Este post me ha ayudado a reconocer que es la AUTOCOMPASION, lejos de la lástima.
Gracias de nuevo por compartir tus experiencias, y sabiduría.