• Blog
  • Mis Libros
  • Mis Cursos
  • Vídeos
  • En los medios
  • Tienda
  • Contacto

Carrito

0
Lucía, mi pediatra
  • Blog
  • Mis Libros
  • Mis Cursos
  • Vídeos
  • En los medios
  • Tienda
  • Contacto

EMOCIONES

  • Inicio
  • Blog
  • EMOCIONES
  • ¿Cómo haces para llegar a todo?

¿Cómo haces para llegar a todo?

  • Escrito por Lucía Galán Bertrand
  • Categorías EMOCIONES

Acabo de llegar de la Feria del libro de Madrid donde he tenido la inmensa fortuna de poner cara, voz y besos a los cientos de lectores que me seguís y que ya habéis leído “Lo mejor de nuestras vidas”. Familias enteras esperando pacientemente su turno, con sus bebés o sus niños en brazos, algunas recién dadas a luz incluso.

  • ¡Qué mérito tiene que te hayas acercado con este calor!- le dije a una “recién mamá” con un bebé de apenas un mes en brazos y con la cara surcada por las inconfundibles huellas del postparto.

¿Sabéis lo que significa para mí que en apenas 3 minutos me contéis vuestra historia? Y fueron tantas historias: Un parto traumático del que todavía no te has recuperado, un desconocido y arrasador postparto del que nadie te contó nada, una pérdida irreparable como es la muerte de un hijo… ¿Cómo agradeceros tanto?

“Lucía, no dejes de escribir”. “En tu libro he encontrado el consuelo que no encontré cuando lo necesitaba”, “Cuánto me he reído y cuánto he llorado también”, “¿Para cuándo el próximo?,por favor, Lucía, sigue sintiendo así” – me decíais.

Y yo, emocionada con muchos de vuestros comentarios porque aún no me creo todo esto que me está pasando. Porque me da igual el número de ediciones a las que lleguemos, porque podría escribir ya mismo un libro entero con vuestras historias sentidas, porque sintiendo es cómo mejor se vive y porque vosotros me hacéis sentir, sentir de verdad. Gracias.

No hay más que ver sus caras...
No hay más que ver sus caras…
  • ¿Cómo haces para llegar a todo? – fue la pregunta estrella de este fin de semana.

La respuesta es muy sencilla.

No llego. No, no llego. Es más, llevo sin llegar muchos años, exactamente desde que soy madre. Y no pasa nada.

Hay días que se me olvida el traje de judo de mi hijo:

  • Un día sin judo, no pasa nada, así sale una hora antes.

Otras se van sin el botellín de agua y me acuerdo cuando voy en el coche:

  • Bueno, seguro que les queda agua del día anterior, nunca se acaban la botella.

Otras muchas descubro tres “circulares” juntas en el fondo de la mochila:

  • Upsss! Creo que hoy era el día en que tenían que traer una caja de cartón. Bueno, mañana la llevará, no creo que haya problema.

Y un largo etcétera. Al principio me frustraba, me castigaba, me sentía tremendamente culpable. Ahora ya no. Me niego. No soy una madre perfecta, pero es que para ser una buena madre no hace falta ser perfecta. Me quiero demasiado como para pasarme los días amargada pensando en lo que tenía que haber hecho o dicho y no hice. Rectifico si me equivoco, intento poner solución a los problemas y continúo hacia adelante. Porque para atrás, ni para coger impulso.

De vez en cuando paro, ¿cómo no? es necesario parar de tanto en tanto para respirar, para coger aire, para pensar, reflexionar, para agradecer, para llorar incluso o para celebrar; en definitiva, parar para sentir.

Una vez hecho el recorrido interior, levanto la cabeza y sigo, sonriente, con paso firme y con dos o tres objetivos claros.

Porque yo necesito metas, objetivos en los que fijar mis pasos. Hubo unos años que mi meta era dormir una noche seguida, otra dejar de preocuparme cuando mis hijos estaban con otras personas, más adelante me marqué objetivos laborales, personales, hasta objetivos emocionales. Siempre me ha ayudado.

Cuando debido al ritmo frenético que llevamos se acumulan, ya no los objetivos, si no las tareas, llega uno de esos momentos de parar y hacer una lista de prioridades. “Hoy voy a hacer esto, esto y esto otro, y mañana más”. Y así hago. De lo contrario sería imposible llevar una vida ordenada y feliz.

Soy amante de los momentos de calidad.

Tras dos días sin ver a mis hijos, necesito, más bien, necesitamos pasar tiempo juntos. Tiempo de calidad con los niños: tareas del lunes por la tarde aplazadas para otro momento y mochilas en mano, nos vamos a la playa a merendar.

Tras noche, tras noche volcada en crianza y trabajo, toca tiempo de calidad en pareja:

  • Cariño, he llamado a la canguro. No hagas planes para mañana. ¡Nos vamos a cenar y después a tomarnos una copa!

Cuando la situación es crítica directamente entro en internet: ofertas de último minuto y escapada cómo sea y a donde sea, pero solos.

Ritmo de locura en consulta con varios imprevistos y alguna que otra preocupación de niños que irremediablemente te llevas a casa. Llega la hora de comer. Tiempo de calidad: Móvil en silencio y en el bolso y a disfrutar de la comida en buena compañía, a ser posible, sin hablar de trabajo.

  • Lucía, espera un momentín que voy a aprovechar a hacer una llamada
  • No, por favor, es hora de comer; para ti, para mí y para la persona a la que vas a llamar- contesto haciendo un puchero casi infantil.

Tiempo de calidad en los 20 minutos del desayuno, atención plena a lo que me cuentan mis hijos, a corregirles amorosamente mientras comen, a compartir los planes que tenemos cada uno para esa tarde o los sueños que hemos tenido durante la noche.

Tiempo de calidad en la cena, otros veinte minutos. ¿Qué es eso de levantarse en plena cena a recoger los platos y fregar? No, por favor, la casa siempre puede esperar. Si estoy de espaldas recogiendo, me pierdo todo lo que mis hijos tienen que contarme con sus ojos, con sus manos y por supuesto con sus palabras…dejaría de oírles, dejaría de sentirles.

Tiempo de calidad con amigas: Una comida al mes o cada 15 días con una buena amiga te pone las pilas para el resto del mes. ¡Y nada de hablar de niños, por favor! ¡Qué buenos momentos! ¡Si los camareros hablasen!

Tiempo de calidad antes de dormir… esos 10-15 minutos antes de caer rendida en la cama. No me gusta eso de: “Ve subiendo, ahora subo yo”. Me gusta disfrutar de esos últimos momentos del día en compañía repasando el día, programando el siguiente o simplemente luchando contra un ataque de sueño feroz que me entra cuando me hablan y mi cabeza ya está apoyada en la almohada. Siempre he dicho que mi almohada desprende unos efluvios de algún somnífero extraño que inhalo y directamente entro en coma.

Y por supuesto momentos de calidad en solitario.

  • Cariño, tengo un curso y voy a estar fuera dos días, además coincide con el fin de semana que los niños van a estar con los abuelos.
  • Tranquilooooo- digo con los ojos como platos intentando disimular mi entusiasmo al verme sola durante 2 días enteros. Espera que quizá no lo he oído bien: ¿dos días enteros para mí? Pero si ya gozo cuando los astros se alinean y me regalan un par de horitas en solitario… Así que me recompongo, ladeo ligeramente la cabeza, pongo la mejor y más dulce de mis sonrisas y le digo:
  • Tranquilo amor, es una pena, pero estaré… FENOMENAL!!!!!

Y tras cerrar la puerta del despacho empiezo a dar saltos silenciosos de alegría ante la atónita mirada de mis hijos que piensan: “¿Y a esta loca que bicho le ha picado?”

 

 

“Lo mejor de nuestras vidas” Editorial PLANETA. 3ª edición. Lo mejor de nuestras vidas 3

¿Preparado para sentir?

Ya a la venta AQUÍ.


Etiqueta:feria del libro, inteligencia emocional

  • Compartir:
author avatar
Lucía Galán Bertrand

Publicación anterior

¿Qué te gustaría transmitir a tus hijos en el futuro?
8 Jun 2016

Siguiente publicación

Un cubo y una pala. Historias de playa
12 Jun 2016

También te puede interesar

educacion un viaje maravilloso
La educación, un viaje maravilloso – Entrevista con Gestionando Hijos.
2 marzo, 2021
Lucia mi pediatra como-ser-una-madre-maravillosa PODCAST
Podcast Lucía mi pediatra y el Club de Malasmadres
17 febrero, 2021
mafalda
“Que lo urgente no te quite tiempo para lo importante” Mafalda
30 septiembre, 2020

    14 Comentarios

  1. Lucía Galán Bertrand
    6 Jul 2016

    Hola Silvia, el hecho de que no puedas explicarte cómo pueden hacerlo las familias en las que trabajan los dos no significa que no sea posible, ni viable, ni por supuesto respetable, incluso admirable. Tú elegiste una opción de vida y crianza con la que te sientes plena como madre y como mujer; otras eligieron/elegimos otro camino en el que al igual que tú nos sentimos plenas como madres y como mujeres. Y sí, es posible, claro que es posible! Un beso.

  2. Silvia Lindsay
    6 Jul 2016

    20 minutos en el desayuno y 20 minutos en la cena. Eso son 40 minutos al día. Imagino que esto es con lo que se tienen que conformar muchos niños cuyos padres han decidido seguir con sus carreras profesionales. Los niños necesitan tiempo con sus padres; yo nunca he entendido eso del “tiempo de calidad”; o pasas tiempo con tus hijos o no lo pasas. El resto es un poco “engañarse a si mismo” para no sentirse culpable por no pasar más tiempo con tus hijos. En mi caso yo dejé mi carrera profesional para educar a mis hijos y, poniendo todo mi tiempo y energía en ellos, hay días que casi “no llego” a hacer la cena…. así que no puedo explicarme como lo pueden hacer familias con los dos padres trabajando a tiempo completo.

  3. Lucía Galán Bertrand
    9 Jun 2016

    Gracias Auxi!!! Un beso inmenso!!!

  4. Auxi Capote Laguna
    9 Jun 2016

    Hola Lucía:

    Me siento totalmente identificada contigo. Tengo un hijo de 8 años y soy autónoma, mis jornadas son de unas 10 o 12 horas, tengo un marido maravilloso con más tiempo libre por las tardes que se puede encargar de nuestro hijo y llevarlo a las actividades, a veces también viene conmigo al trabajo y pasa la tarde aquí con sus amigos o hablando con mis clientes.

    Mi marido también trabaja de noche porque es músico y a veces yo también voy con él para ayudarle y darle soporte, tenemos un par de canguros fantásticos y por suerte con el tiempo he aprendido a pasar un poco de la casa y poder dedicar tiempo a mi familia, a mi marido y a mí misma, por eso te leo y me veo reflejada…

    Hay noches que llego a casa a las 22:00 y agotada, aún así tenemos tiempo de estar los tres y cuando el peque se va a la cama ponemos velas y música y nos miramos a los ojos como si no hubieran pasado 11 años desde que nos conocimos…

    Hay otros días en que necesito tomar un par de cañas con mis amigas y les aviso de que no me esperen a cenar. El también pasa tiempo fuera por trabajo o por ocio.

    Y cuando le llevo al cole a mi hijo que está delante del mar y decido que ese día no voy a ir al banco o no voy a hacer la contabilidad para regalarme 20 minutos nadando antes de comenzar mi jornada… eso es impagable y me hace afrontar la jornada con energía e ilusión.

    Todo esto se puede hacer si en la pareja se hace un equipo, hoy por tí mañana por mí y con mucha comprensión y empatía.

    Me he reído mucho con los olvidos de ropa de deporte y con las circulares en la mochila… etc… porque a nosotros nos pasa exactamente igual!

    Como no tenemos familia cerca nos llevamos a nuestro hijo a muchos sitios, desde cenas con amigos, conciertos, teatro… etc y todos lo pasamos genial!

    Lo único que aún tenemos pendiente es poder hacer viajecitos reparadores… en familia o en pareja, pero espero que pronto podamos hacerlo.

    Gracias Lucía por compartir tu experiencia y vivencias y por ser un ejemplo de madre estupenda y equilibrada.

  5. Noelia - Golosi
    9 Jun 2016

    Pues ni un pero pongo a lo que has escrito. Es ideal, maravilloso, y ¿sabes lo mejor? Que no es imposible llevarlo a cabo. Gracias!

  6. Rebeca de Torres Ferrero
    9 Jun 2016

    Me siento tan identificada!! Gracias por decirlo alto y claro: tener momentos para una misma, para la pareja o para los amigos no te convierte en peor madre.
    Besos

  7. Olga
    9 Jun 2016

    Hola Lucía, me encanta leerte… yo la meta de dormir toda una noche parece q ya la he alcanzado… ahora estoy con la meta de no preocuparme cuando mis hijos están con otras personas, y esa quizás es la más dura… peto bueno… poco a poco… aún tienen 4 años y 8 meses… ?

  8. Cris
    9 Jun 2016

    Gracias a dios, Lucía… Yo también pienso en positivo cuando miro al futuro… Creo que es un mejor punto de partida, al menos para tener claros tus objetivos. Yo, leyendo el primer mensaje de “a” he pensado rápidamente que en mi casa no habrá móviles en la mesa… Cómo lo haremos? Ya buscaremos una fórmula entre todos!
    Un beso y gracias por expresar tan bonito lo q yo también siento…

  9. Lucía Galán Bertrand
    9 Jun 2016

    Yo tengo una visión más optimista del futuro… Un beso.

  10. Álvaro
    9 Jun 2016

    Pues mucho me temo que lo que dice la persona a la que has respondido es verdad. Ya no querrán ver películas y preferirán estar con los amigos o con el móvil/internet todo el día.

    Lo que compartíamos con nuestros padres de adolescentes no tiene nada que ver con lo que se hace ahora.

  11. Ana
    8 Jun 2016

    Y una vez más dando en el clavo, Lucía! En las últimas semanas esa es mi frase más repetida… “no llego”… Y eso que sólo tengo un bebé… Me parece imposible poder hacerlo todo ya no bien, sino medianamente bien. Al principio, en el postparto, tuve muy claro que lo primero era mi niña. La casa… Ya se haría. Pero conforme han pasado los meses y ha empezado a andar y trastearlo todo…. Me agobia un poco más ver la suciedad alrededor porque se la lleva ella encima. Y eso sin contar la ropa, comida, etc…
    Gracias por expresar tan bien tu modo de no llegar. A veces necesitamos ver otra realidad para poder aceptar y/o cambiar la nuestra. Me apunto algunas de tus ideas de tiempo de calidad.
    Buenas noches y a seguir el éxito de tu libro!

  12. Anónimo
    8 Jun 2016

    Buenas noches, como siempre agradecerte todo lo que me haces aprender y rectificar, gracias de todo corazón majisima, feliz noche

  13. Lucía Galán Bertrand
    8 Jun 2016

    Mi hijo mayor tiene ahora mismo 9 años. Cada edad tiene sus momentos y todos ellos debemos disfrutarlos. El secreto radica en buscar esos momentos de calidad con ellos, tengan la edad que tengan, como así hago con mi pareja o con mis amigos.
    Cuando sean adolescentes no les leeré cuentos pero si habrá tardes de cine o de compras o simplemente tardes en casa viendo una película.. Así recuerdo yo esos momentos inolvidables de mi adolescencia con mis padres.
    Un abrazo.

  14. a
    8 Jun 2016

    Me ha parecido un post genial, sólo tengo que ponerte un pero; deduzco por lo que dices que tus hijos serán pequeños. Cuando lleguen a la edad del pavo, tendrán móvil como es de “obligada adquisición”, y enviarán whassap, verán vídeos, …., mientras comen.

    Si quieres un consejo de alguien que no es madre, pero ejerce como tal con un niño adolescente, aprovecha estos años que son pequeños.

    Cuando lleguen a la edad del pavo, …..mejor te lo imaginas tú misma.

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Google


Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Buscador

Categorías

  • ADOLESCENCIA
  • ALIMENTACIÓN
  • CHUPETE
  • Covid-19
  • DE 0 A 12 MESES.
  • DE 2-3 AÑOS.
  • DERECHOS
  • DERMATOLOGÍA
  • DIGESTIVO
  • EMOCIONES
  • GENITALES
  • INFECCIONES
  • OFTALMOLOGÍA
  • REDES SOCIALES
  • RESPIRATORIO
  • SER PADRES
  • SUEÑO
  • TRAUMATOLOGÍA
  • VACUNAS

+ Leídos

Julia en la Onda
14Ene2019
A mi bebé le llora mucho un ojo ¿Tendrá el lacrimal obstruido?
21Oct2018
La educación, un viaje maravilloso – Entrevista con Gestionando Hijos.
02Mar2021
Bombardeo a un hospital de Médicos Sin Fronteras.
07Oct2015

Últimos posts

La educación, un viaje maravilloso – Entrevista con Gestionando Hijos.
02Mar2021
Podcast Lucía mi pediatra y el Club de Malasmadres
17Feb2021
Niños: acelgas y espinacas ¿Qué debo saber?
24Ene2021

©2020 Lucía, mi pediatra | Aviso Legal | Política de Cookies

Google

Inicie sesión con su cuenta de sitio

¿Perdiste tu contraseña?

¿No eres miembro todavía? Regístrate ahora

Registra una nueva cuenta

Google


¿Ya eres miembro? Inicia sesión

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí
Aceptar
Política de privacidad y cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado

Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.

Non-necessary

Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.

GUARDAR Y ACEPTAR