No soy invencible.
“Tú puedes con ello, no te vengas abajo, no estés triste, no te agobies, hay gente que está mucho peor, todo pasa, olvídate de todo, eres invencible”
- Tú puedes con ello: No, a veces no puedo. No somos máquinas, tampoco pretendo serlo. Conozco mi fuerza, brutal, animal y salvaje cuando tiro de ella; pero también conozco mis limitaciones, y no, hay veces que no puedo con todo.
- No te vengas abajo: Pues a veces es necesario bajar a las profundidades, tocar fondo, explorar las sombras, hundirte, hundirte un poco más para luego salir a flote, nadar, respirar y alzarte en vuelo de nuevo, más libre y más sabio que antes.
- No estés triste: Esta es mi favorita. Pues no he hablado pocas veces de la tristeza y de lo que nos ayuda y nos enseña la tristeza. La tristeza nos conecta con nosotros mismos, nos invita al descanso, a la reflexión. Aprovéchala. ¡Para! Eso sí, para. Respira. Piensa y luego actúa.
- No te agobies: Como si diciéndolo y repitiéndotelo se solucionaran los problemas y se esfumaran los fantasmas. Prefiero que me digas: “comprendo que estés agobiada. Aquí estoy”.
- Hay gente que está mucho peor: Ya lo sé. Y los niños se mueren de hambre. Lo sé. Terrible. Pero las desgracias ajenas, las miserias humanas en estos momentos no son consuelo. No me compares. No compares. El hecho de que siempre me veas con una sonrisa y con unas palabras amables que intenten alegrar tu día, no significa que no esté librando mis propias batallas. Lo que ocurre es que tú no las conoces.
- Todo pasa: Sin duda. Claro que pasa pero… hay que pasarlo. ¿Y si en lugar de “todo pasa” me dices “y mientras pasa aquí estaré para lo que necesites”?
- Olvídate de todo: venga, espera que me doy la vuelta, me quito la camiseta y le das al botón de OFF que tengo en la espalda ¿te parece?
- Eres invencible: No. No lo soy. Tú tampoco lo eres. Nadie lo es. Todos merecemos un descanso, un relevo, un oasis, un respiro, una isla…
- Mamá, juntos somos invencibles – me dijo mi hija esta misma mañana.
Sonreí, le besé tiernamente en la frente apartando sus despeinada melena de la cara y le dije:
-Juntos lo somos, cariño. Pero habrá momentos en los que tú no lo sientas así. Y eso también es natural. Todos pasamos por momentos difíciles. Lo que me gustaría que hicieras cuando sientas que las cosas no encajan, que no cuadran, que te quedas sin energía es que pidas ayuda. Que no te aísles, que no cargues contra los demás.
-¿Y eso cómo se hace, mamá? – me preguntó.
-Te voy a decir lo que yo hago cuando estoy así: Hago una lista de las cosas que me sientan bien como por ejemplo: desayunar relajadamente aunque me tenga que levantar un poco antes, escuchar mi música favorita de camino al trabajo, tomarme un café a mitad de mañana, ver el mar, salir los fines de semana y desconectar, una buena cena, un buen vino… tumbarnos en la cama juntos todas las noches media hora para leer el cuento, llamar a mis incondicionales y tirarme veinte minutos hablando con ellos sin prisas ni agobios, sentarme frente al ordenador y escribir… Luego hago una lista con las cosas que me sientan mal, todas aquellas que no me gusta lo que me hacen sentir e intento evitarlas o incluso eliminarlas si puedo de mi día a día. Al menos si no las puedo eliminar del todo, las identifico para que cuando aparezcan, sepa que lo mejor es alejarme.
- Hmmm qué buena idea.- dijo ella cogiendo ya una de sus libretas dispuesta a escribir sus dos listas.
- Pero lo más importante de todo, cariño, es que comprendas que nadie es perfecto, que todos cometemos errores, que si nos equivocamos debemos pedir perdón, que hay que ser amable siempre con las personas que nos rodean, siempre. Que no pasa nada por tener momentos bajos, estos también forman parte de nuestros días, es más, en ellos encontrarás los verdaderos aprendizajes de la vida. Me gustaría que te rodearas de personas que te hacen sentir bien, que te hagan pensar bonito. No te hagas la fuerte, esto no funciona. Nadie merece ser un saco de boxeo. Y sobre todo, lucha, pelea, piensa, reflexiona, estudia, busca soluciones, alternativas, toma decisiones, muévete, actúa, ejecuta, avanza y no te conformes con menos de lo que mereces.
La vida tiene instantes y momentos que son absolutamente maravillosos, gente inspiradora que merece ser vivida y sentida, no te despistes, mi cielo y … a por ello. Juntos sí, juntos somos invencibles. Y ahora, sube el volumen. Te voy a traducir palabra a palabra lo que dice esta canción.
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Dra. Lucía Galán Bertrand. pediatra y escritora. Autora de:
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14 Comentarios
Hola Lucía, gracias por tu post, hoy me viene al pelo. Últimamente llevo una racha un poco mala… en menos de un año muere mi padre, que venía de 3 años malito, embarazo de mi peque por medio con reanimación tras el parto y UCI, todavía estamos en seguimiento… La misma semana que fallece mi padre, a mi hija mayor le diagnostican Enfermedad de Perthes, a los 5 meses operada de osteotomia varizante de fémur, ayer acabó la rehabilitación… Cuando ves tantas cosas y niños enfermos, te das cuenta de la suerte que tienes y de que hay cosas mucho peores, pero es verdad que a veces son demasiadas cosas a la vez y más cuando te toca lo que más quieres. No se nos permite caer y ahí vamos somatizando y luchando por seguir en pie. Un abrazo.
Me ha encantado tu post! Es necesario poder llorar sin culpa, porque no siempre eres fuerte y esa fortaleza llega reforzada por la sabiduría de saber que llorar no es ser débil. La pena hay que expulsarla, como sea. Recomiendo a mis amigas (y a mi misma) ver películas tristes cuando tienes ganas de llorar y no te sale. Es terapia!!! Y así tienes una buena excusa!!! Besos de una desconocida!!
Muchas gracias Lucia por darnos voz, much@s pensamos como tu y pasamos por estos momentos… gracias.
Muchas gracias Cris
Animo patri concentrate en las cosas buenas y las amargas con un poco de chocolate se pasan un poco mejor ☺️
Cuanta empatía siento al leerte …….me parece un excelente artículo en el que resumes muy bien situaciones por las que muchas pasamos, pero el miedo a sentirnos débiles o que nos vean así por demostrar nuestras limitaciones…hace que parezca todo deotro color …cuando en la variedad de colores y emocones está la riqueza y lo que nos hace débiles nos ayuda a mejorar y tenemos todo el derecho a darnos permiso para sentirnos imperfectas……
Mi bebé llegó sin planearlo, cuando su papá y yo llevábamos juntos menos de dos años.Aunque es lo mejor que me ha pasado en la vida, tuve que venirme a vivir a un pueblo muy pequeño,donde no tengo a nadie,ni familia ni amigos,y además cuidar de los dos niños pequeños de mi pareja que está divorciado.Asi que se puede decir que esta es mi etapa más feliz y a la vez la más complicada y amarga,ya que mi relación de pareja tampoco es lo que me hubiera gustado y es duro tener que cuidar dos niños que no son tuyos más tu bebé, que su padre no ayude demasiado,en todos los sentidos,ya que parece que cómo trae el dinero a casa ya hace suficiente
Si, juntos todo es más sencillo, juntos somos invencibles!!!!
Las penas compartidas son menos penas y las alegrías, son doblemente alegrías!!!!!
Un besazo enorme ????
Me ha gustado mucho y la verdad q hay mucho q reflexionar, nadie es perfecto y todos tenemos el derecho de equivocarnos y saber rectificar a tiempo.
Gracias por este maravilloso post.?
Gracias por reflexionar y hacernos reflexionar sobre enseñanzas que nos ayudan a no olvidar que no se puede ser superwoman.
Ánimo Raquel!
Sé lo que es! Pase por lo mismo aún no hace ni un año y es una etapa dura pero poco a poco todo vuelve a la normalidad.
A mi hablar de ello me hizo conocer a gente que había pasado por lo mismo y que después salió todo bien y ahora tienen niños preciosos. Eso me ayudo. Hay más gente de lo que se cree que ha pasado por eso. Así que muchos ánimos y hacía delante.
Ánimo Raquel! Un abrazo inmenso
Yo también reclamo mi derecho a no poder con todo. Estoy en pleno embarazo molar y creo que esta no me la esperaba. Pensaba tener ya el cupo lleno….
Pues no.
Pues bueno….