Una vez más aquí estoy con el espacio semanal dedicado a la pediatría en Saber Vivir. Hoy hemos hablado de  un tema muy importante y que cada invierno nos mantiene en alerta a todos los pediatras de este país, las bronquiolitis. Aqui podéis ver el vídeo directamente a partir del minuto 5:25.

¿Y qué me preguntaron hoy? Hoy con una invitada especial que se portó de maravilla. Ahí va…

¿Qué diferencia hay entre una bronquitis y una bronquiolitis?

Llamamos bronquiolitis al primer episodio de infección respiratoria de vías bajas de origen vírico que afecta a la vía aérea pequeña, a los bronquiolos, en niños menores de dos años.

En los adultos no deja de ser un resfriado común sin mayor repercusión, pero en los niños pequeños el virus no se aloja únicamente en nariz y garganta; sino que llega hasta los bronquios y bronquiolos provocando una inflamación y obstrucción con el consiguiente cuadro de tos y dificultad respiratoria.

Las paredes del bronquio se inflaman, se llenan de moco y no se consigue hacer un adecuado intercambio gaseoso por lo que algunos niños, precisarán de oxígeno para recuperarse.

Las bronquiolitis se concentran en una época del año concreta, que es justamente esta: de noviembre a febrero y que suponen hasta el 70% de las hospitalizaciones en lactantes durante el invierno.

Los bebés que hayan tenido una bronquiolitis tienen entre un 40-50% de padecer otro proceso similar en los siguientes años. En general los siguientes episodios que sufran los denominaremos bronquitis o cuadros de hiperreactividad bronquial.

¿Qué edades son más propensas a las bronquitis/bronquiolitis?

Menores de 2 años con un pico máximo entre los 2 y los 6 meses.

Cada invierno un 33% de los lactantes tendrá una bronquiolitis.

Es especialmente peligroso en:

  • Menores de seis meses.
  • Niños prematuros.
  • Inmunodeficiencias
  • Enfermedad pulmonar crónica o cardiopatía congénita.

Otros factores de riesgo para padecerlas son: asistencia a guardería, tener hermanos mayores, sexo masculino, tabaquismo pasivo y exposición al tabaco durante la gestación.

Si mi hijo lleva varios días acatarrado ¿Puede estar empezando con una bronquitis? ¿Cuáles son los signos de alarma? 

No tiene por qué estar empezando con una bronquiolitis o con una bronquitis, de hecho los catarros duran una media de 10-14 días. Lo que sí es importante explicar a los padres en esta época del año cuáles son los signos de alarma por los que deben consultar con el pediatra, que son:

  • Respiración agitada.Si respira como un perrito, les suelo decir. Quítale la ropa y obsérvalo con el pecho descubierto. Respirar hundiendo las costillas y levantando el abdomen es un claro signo de dificultad respiratoria. Los pulmones no son capaces de hacer por ellos mismos el trabajo y se ayudan de toda la musculatura abdominal e intercostal para llenar y vaciar los pulmones.
  • Si el niño está muy decaído, apático, pálido y sudoroso.
  • Si rechaza las tomas, es decir, si come menos de la mitad de lo que solía comer.
  • Si tiene accesos de tos continuos,que le impiden el descanso o le provocan el vómito.

Atención especial merecen los lactantes menores de 2 meses, sobre todo aquellos que no han cumplido el mes de vida. Estos niños empiezan con síntomas leves de catarro de vías altas (un poco de moco y algún estornudo) y directamente, si el catarro evoluciona a una bronquiolitis, pueden comenzar a hacer apneas (pausas respiratorias) sin apenas toser. A estas edades es preciso ingresarles para su monitorización y vigilancia estrecha.

 

¿Qué hago para que los mocos no bajen al pecho?

Los mocos no bajan al pecho. Lo que baja al pecho es el virus que en lugar de quedarse quietecito en la nariz como sucede en los adultos, desciende a los bronquios y bronquiolos y como consecuencia de la reacción inflamatoria que se produce, se genera moco. Pues bien, ¿podemos evitar que la sangre llegue al río? Desgraciadamente no hay fármacos que eviten que evolucione a una bronquiolitis, no los hay. Así que no te gastes el dinero. En lo que sí debemos insistir en consulta es en:

  • Promocionar la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses como factor de protección.
  • Evitar la exposición al humo del tabaco. La exposición al humo del tabaco empeora la evolución no solo de la bronquiolitis sino de todos los niños con bronquitis de repetición incluidos los asmáticos. 
  • Lavado de manos.
  • Evitar el contacto con personas tanto adultos como niños que estén acatarrados o tosiendo.

Una vez haya cogido el virus, las pautas a seguir son sencillas y baratas:

  • Lavados nasales si hay mucha congestión.
  • Asegurar que esté bien hidratado. Tomas frecuentes al pecho.
  • Posición semincorporado.
  • E instruir a los padres para que sepan diferenciar los signos de alarma y consultar si tienen dudas.

¿Es aconsejable el humidificador para purificar el aire?

No. Lo de purificar el aire suena de maravilla pero no estamos en Chernóbil… Los humidificadores en las laringitis podrían tener su utilidad, pero en las bronquiolitis, bronquitis y asmáticos se deben usar con precaución en caso de usarlos porque en ocasiones los síntomas empeoran.

Y lo más importante de todo: la mejor manera de evitar una bronquiolitis es la prevención. Un simple resfriado común en un niño mayor o en un adulto, puede significar una bronquiolitis en un lactante costándole un ingreso hospitalario. Si estás acatarrado, moqueas o estornudas: no toques a niños pequeños, por favor. No hagas visitas a casas de recién nacidos, por favor. Lávate las manos con frecuencia y educa a tus hijos a que hagan lo mismo. Protejamos a los más pequeños entre todos.

Y con esto terminamos por hoy… 

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