De pronto y sin previo aviso, tu hijo empieza a gritar:

  • ¡Se me ha metido algo en el ojo, ahhhhh!

Se lleva la mano a la cara, se empieza a frotar, corre y no hay quien le tranquilice.

A quién no le ha pasado esto alguna vez ¿verdad?

Pues bien, qué debemos hacer y sobre todo que no debemos hacer en estas situaciones. Hoy os lo cuento en este post escrito en colaboración con Clínica Baviera.

Un cuerpo extraño, es un objeto que no pertenece al ojo pero que por accidente ha terminado dentro de él: pestaña, arena, polvo, tierra, un trocito de plástico, comida, fibras o incluso una astilla de madera o minúsculos trozos de metal. En la inmensa mayoría de las ocasiones no tiene complicaciones si hacemos las cosas adecuadamente y si el cuerpo extraño se retira con rapidez, sin embargo, hace poco vi a un niño en mi consulta que, al caerse un vaso de cristal al suelo, un pequeño trocito de cristal salió despedido y quedó incrustado en su cornea. ¡Un buen susto!

Síntomas ante un cuerpo extraño

  1. Dolor. Los niños en esto no suelen mentir, es más que evidente que les duele.
  2. Sensación de “tengo algo en el ojo”
  3. Ojo rojo.
  4. Lagrimeo continuo.
  5. Imposibilidad de abrir el ojo o parpadeo constante.

¿Qué haremos?

  1. Antes de nada, tranquilizarnos para que el niño se tranquilice. Si nosotros perdemos el control, ellos pierden el control. Ya sabéis, papás tranquilos, hijos tranquilos. Keep calm
  2. Pedirle por favor que se siente en un lugar donde tengamos buena luz.
  3. Lavarnos las manos con agua y jabón antes de examinarle.
  4. Con dos dedos intentaremos abrirle el ojo y observaremos.
  5. Pedirle que eche la cabeza hacia atrás y que mire hacia arriba: nos fijaremos a ver si vemos algo en la parte más baja del ojo bajando suavemente con nuestro dedo su párpado inferior para poder ver lo máximo posible.
  6. Posteriormente le diremos que mire hacia abajo y subiremos con nuestros dedos suavemente su párpado superior para ver mas campo.
  7. Si vemos el cuerpo extraño “flotando” en el ojo, cogeremos una jeringuilla (sin aguja, lo sé parece obvio, pero aquí una ya ha visto de todo), la cargaremos con suero fisiológico o agua en su defecto, e inclinando la cabeza hacia su hombro le echaremos suavemente el suero a chorro intentando arrastrar el cuerpo extraño. Si lo vemos muy accesible, con la puntita de una gasa podemos intentar retirarlo suavemente.
  8. Si el objeto está incrustado (un cristal, una astilla, una pieza de metal) acudiremos a un servicio de urgencias para ser valorado por un oftalmólogo.
  9. Si una vez extraído el objeto que, en este caso “flotaba”, el niño sigue con molestias, dolor, ojo muy rojo y llanto, acudiremos al oftalmólogo. No es raro que en ocasiones nos encontremos con lesiones corneales que deben ser tratadas.

¿Qué no haremos?

  1. No dejaremos que se frote el ojo, aunque insista. Puede erosionar y dañar gravemente su córnea.
  2. No intentaremos extraer nada presionando o forzando.
  3. Si vemos el cuerpo extraño incrustado, no lo tocaremos, en este caso precisa de atención oftalmológica urgente.
  4. No aplicar colirios, ni pomadas sin antes haber recibido la supervisión médica correspondiente. Solamente podemos aplicar suero fisiológico o agua en su defecto.

 

Así que ahora que ya lo sabéis todo, a disfrutar del verano.

Hasta la próxima.

 

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