No es la primera vez que hablo del postparto abiertamente y sin tapujos, de hecho llevo diez años haciéndolo en todos y cada uno de mis libros. Y es que yo tengo una asignatura pendiente con este tema. 

Nadie nos prepara para esta sacudida que supone dar a luz, convertirte en madre. Nadie nos avisa del tsunami que sufriremos.

Y además de los puntos, los entuertos, que el parto no se dio como habías pensado, la falta de sueño, el cansancio, el miedo… y un largo etcétera, tenemos que cargar con esa mochila que nos cuelga la sociedad de estar perfectas, sonrientes, alegres y amables y si se nos ocurre quejarnos, escucharemos el “bueno, eso son las hormonas”. 

  • Ya, las hormonas… 

Y es que para el recién nacido sobran manos y para la recién mamá, faltan. Las grandes olvidadas. Es tanto lo que se nos prepara para el parto y tan poco para el posparto… Y a pesar de llevar diez años escribiendo sobre ello, sigo viendo a madres abatidas en consulta ante un desconocido posparto para el que nadie las preparó. 

Así que desde aquí reivindico los cuidados a la recién mamá.

Amiga, no estás sola, y no son las hormonas, no, es mucho más. Aquí te lo cuento el verdadero posparto. 

“Ya no hay madre embarazada a la que no le regale tu Quién nos prepara. Una hora directa al corazón. Es impresionante lo que nos cuentas y cómo lo cuentas. tan real. tan necesario. Ojalá llegue a todas las madres y padres del mundo, Lucía. Gracias por tu inmensa labor” María.

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