Las 50 mentiras de la maternidad y paternidad

Vayamos al grano, sin paños calientes.

Las vacunas no causan autismo
Las vacunas que les ponemos a tu hijo no tienen mercurio
La vacuna frente al Virus del Papiloma Humano es segura.
La leche no produce mocos
Que no, que no le doy unas vitaminas a tu hijo porque come poco, que no. Que esas vitaminas no sirven para nada.
Que no, que los mocos verdes no quiere decir que estén infectados ni que necesiten un antibiótico.
Que no, que no has cogido frío por una corriente de aire, que enfermamos por el contacto directo con personas enfermas.
Los virus no entran por los pies, deja a tu hijo caminar descalzo.
No hay nada para los mocos, no, lo siento. Los jarabes que te venden para eliminarlos no tienen evidencia científica ninguna en menores de 6 años.
Si el niño está malito, no hay que encerrarle en casa, puede salir a tomar el aire si se encuentra bien.
Si le metes cereales en el último bibe de la noche, no tiene por qué dormir, mejor, no. Lo siento.
Para la diarrea no se debe dar refrescos, ni zumos envasados, ni Acuarius tampoco.
El gluten no es malo. Solo lo es para los celiacos.
La leche no es mala. Solo lo es para los alérgicos o intolerantes.
El antibiótico de los tres días no ayuda a curar el catarro. El catarro es vírico y los virus no se tratan con antibióticos.
Ir a visitar a un recién nacido y una recién mamá al hospital no es buena idea.
Ir a visitarles a casa sin avisar previamente, tampoco.
La salida de los dientes no duele. Como mucho, una ligera molestia
Los dientes no dan fiebre, repito: los dientes no dan fiebre. Salvo que tengas un flemón 😉
El “a mí me funciona” es simplemente eso: a ti te funciona. En ningún caso se puede extrapolar al resto de la población mundial. Para eso tenemos el método científico.
Si tu hijo tiene diarrea, no hay que darle una leche sin lactosa sin indicación médica.
La homeopatía no cura. Lo siento.
El reiki tampoco. También lo siento.
El cólico del lactante se pasa solo. Es una faena, cierto, pero se pasa solo.
Si tu hijo está enfermo se puede bañar sin problemas y ducharse, y enjabonarse, incluso. 😉
Si el chiquillo sale sin chaqueta al recreo, no coge gripe. La gripe la coge por estar en contacto con otro niño con gripe.
Que no te doy nada para subir las defensas, no. Que no hay medicinas para subir las defensas. Déjalas quietecitas donde están. No son ascensores.
Que no es más sano el zumito, que la naranja entera, que no. Mejor la pieza de fruta entera. Siempre.
Los niños pueden cenar lentejas, no pasa nada. Te lo prometo.
Si tu hijo tiene asma puede y debe hacer deporte.
El collar de ámbar no quita el dolor de dientes. No sirve para nada más que para aumentar el riesgo de asfixia.
El tacatá o andador es MUY peligroso. No lo uses.
Tras ser padre no vuelves a recuperar un sueño decente hasta pasados unos cuantos años.
De pronto un día tu hijo dejará de despertarse por las noches. Ese momento llega, te lo juro.
De pronto un día te despertarás una mañana de sábado y tus hijos aun estarán durmiendo. En serio, no es broma. Todo llega.
Parir duele.
El posparto es una mierda.
La maternidad y la paternidad es maravillosa pero es dura y es difícil, tenga la edad que tenga tu hijo.
Nadie se casa pensando en divorciarse, pero a veces ocurre. Y la vida sigue… Tus hijos no necesitan unos padres perfectos, necesitan unos padres felices.
Te puedes enamorar varias veces en tu vida. Sí. Y es maravilloso.
Si no funcionan las cosas, muévete. Sentados, nada pasa. Toma decisiones.
Tu hijo no nació para ser un mini-tú. Nació para ser un mini-él y en un futuro, un gran-él.
Tu hijo no nació para cumplir tus sueños, nació para cumplir los suyos, que ojalá sean mucho más grandes y bonitos que los tuyos.
Tus hijos te harán llorar.
Y si hay que llorar, se llora. No pasa nada.
Tus hijos te harán reír, mucho, muchísimo, mogollón. Son lo más.
Nadie nace aprendido.
Todos cometemos errores. No te fustigues.
No hay mayor responsabilidad en tu vida que cuidar de tu hijo. Para siempre.
Y por último, no hay ni habrá amor más grande, más puro. Todo. Incondicional. Ellos, lo mejor de nuestras vidas.

¿Os habéis quedado con ganas de más? Pues de esto hay para escribir libros y libros, en mi caso tres! jaja los que he escrito, más el cuarto que viene en camino y que ya está aquí: Cuentos de Lucía mi Pediatra. ¿Quieres explicarle a tu hijo la importancia de educar en la diversidad, en el respeto y la empatía? ¿Te gustaría saber explicarle por qué son importantes las vacunas, por qué tenemos fiebre, para qué sirven los mocos, cómo deben comer de una forma saludable o cómo cuidar su sueño y dormir mejor? Pues este es tu libro, con valiosos aprendizajes para papás, mamás y niños de 3 a 10 años. Puedes pedirlo AQUÍ.