• Blog
  • Mis Libros
  • Mis Cursos
  • Vídeos
  • En los medios
  • Tienda
  • Contacto

Carrito

0
Lucía, mi pediatra
  • Blog
  • Mis Libros
  • Mis Cursos
  • Vídeos
  • En los medios
  • Tienda
  • Contacto

EMOCIONES

  • Inicio
  • Blog
  • EMOCIONES
  • Mi vaso, siempre, medio lleno.

Mi vaso, siempre, medio lleno.

  • Escrito por Lucía Galán Bertrand
  • Categorías EMOCIONES

Domingo, 6:30 de la mañana, suena el despertador. Hoy trabajo. Podría despertarme echando pestes de la rabia que me da trabajar un festivo, madrugar tanto un domingo, pasar horas y horas en urgencias viendo a un niño tras otro.

Podría quejarme de que tengo un “trancazo” que no me ha dejado descansar, que encima mi hija pequeña se ha despertado esta noche entre lágrimas porque ha tenido una pesadilla (la castigaban sin bocata en el cole… bendita y maravillosa inocencia) o que mientras toda mi familia y medio mundo disfruta de su día de descanso, yo trabajo.

Pero no. Desde hace mucho tiempo mi vaso siempre está medio lleno.

Levantarme tan temprano un domingo tiene algo que solamente puedo disfrutar estos días. Y es desayunar plácidamente, sola, tranquila y sin interrupciones. Me preparo mi café, mi tostada en su punto exacto de temperatura. Ni radio, ni música esta vez. El silencio y yo. Nadie más. Nada más.

Soy una persona vital y extrovertida, nunca he tenido problemas para hacer amigos. De pequeña hablaba hasta con las piedras, ahora hasta con las paredes por eso de que soy más alta. Pero soy muy recelosa de mi intimidad, de mi espacio, de mi independencia y de mis momentos únicos y exclusivamente míos. Mi chico bien lo sabe, y mis hijos empiezan a saberlo. Cuando se alinean los astros y logro quedarme una tarde o unas horas a solas, siempre me preguntan:

  • Vaya, te quedas solita… ¿No te aburrirás?
  • ¿Aburrirme yo? Jajaja. Creo que no me he aburrido en mi vida.

Siempre tengo cosas que hacer pero es que aunque la montaña de tareas llegue al techo, a veces simplemente me tumbo en el sofá y no hago nada. Bueno, nada, no… hago mucho: cargar pilas, llenar mi vaso, renovar mi energía.

A veces leo, a veces escucho música, a veces escribo, a veces simplemente sueño despierta mirando a un televisor apagado; otras veces sin embargo, cojo el teléfono y me digo: “Voy a hablar con…” y disfruto de una buena conversación. De esas conversaciones en las que no llamas para pedir algo, simplemente llamas para hablar, para compartir… Para decir: “No te escribo mucho, no te llamo demasiado pero aquí estoy. ¿Cómo te va? Cuéntame…”

Pero a lo que iba. Hoy es domingo. Trabajo. A las 7.30 de la mañana ya salía con el coche. Podría poner las noticias para enterarme un poco de lo que pasa por el mundo pero mira, no; sigamos llenando el vaso.

Nada más salir del garaje me topé con una luna espectacular, rojiza e inmensa. Tuve que parar  para inmortalizar ese momento pero como suele ocurrir en estos casos, la foto no hizo justicia a la belleza del instante. No importa. Esa bella imagen había conseguido llenar un poquito más mi vaso y se había quedado grabado allí donde las cosas no se olvidan. Volví a subir al coche y conecté la música. Esta vez me fui a “Listas” y de ahí a “Música inspiradora” y arranqué.

El amanecer, la carretera vacía, la música llenando cada rincón de mi coche y de mí entera… No os lo creeréis pero en esos momentos se me erizó la piel y pensé:

  • ¡Qué bueno! ¡Qué bueno es esto! ¡Qué pena trabajar a 15 minutos de casa solamente!
Vaso medio lleno
                                       De camino al hospital

De hecho, cuando llegué al hospital tuve que esperar a que terminase la canción, lo contrario hubiese sido una mutilación musical y sensorial.  Así que allí me quedé sentada dos minutos más disfrutando del momento. Nada más. Sin prisa, sin niños gritando en la parte de atrás, sin dramas noticieros, ni conductores impacientes con la mano ágil para tocar el claxon.

Entré en el hospital sonriente, llena de energía y canturreando. Saludé a mis compañeros y enseguida uno dijo.

  • ¡Qué fuerte! ¿Os habéis enterado de lo último de Podemos?

Y lo dijo cuando yo aún tarareaba mentalmente mi “Lista de música inspiradora”, cuando aún sonreía, cuando aún flotaba en mi halo de energía recordando el amanecer que acaba de ver, la luna inmensa escondiéndose tras las montañas durmientes, el mar plateado dando paso a un sol grandioso.

Pensé en contestar y decirle: ¡Qué fuerte! ¿Habéis visto el amanecer de hoy? ¿La luna que había? Pero desistí. Sabía positivamente que me mirarían raro…

  • ¿Podemos? – le dije levantando las cejas y forzando, esta vez, una sonrisa de labios sellados.

¿Cómo te puede cambiar el día de llegar en tu coche un domingo a trabajar  “despotricando” de nuestra situación política a dejarte llevar simplemente por la belleza de la música, del amanecer en el Mediterráneo y de un buen desayuno en solitario? ¿Verdad?

Pero trabajar en festivo o incluso por las noches, tiene también algo que a priori parece negativo aunque yo me niego a quedarme ahí y lo llevo mucho más allá.

El sentimiento común que tenemos todos los que trabajamos demasiadas horas o en horas en las que el resto del mundo descansa es de “encerramiento”. Sí, es una sensación de encarcelamiento, tanto que en ocasiones no te queda otra que salir a la puerta del hospital a sentir la luz del sol, o de la luna sobre tu piel… Ese sentimiento tan intenso y a veces angustioso es directamente proporcional a la euforia y excitación que sientes cuando terminas tu guardia, te cambias, echas el pijama a lavandería, tomas aire y sales por la puerta.

La cabeza tan alta, los pulmones tan llenos de aire, de un aire que, por primera vez en muchas horas, es puro y te sientes indestructible. Llegas a tu casa y tus hijos te reciben como si no te hubiesen visto en días. Esos abrazos que me dan mis hijos cuando abro la puerta de casa, esos abrazos… son inolvidables e irrepetibles porque cada uno es diferente. ¿Y lo mejor de todo sabéis qué es?

Que tras ver durante horas tanta enfermedad, tras haber consolado, tranquilizado y acariciado a tantos pacientes, te das cuenta que tienes unos hijos sanos y felices.

Te das cuenta que no tienes derecho a quejarte de nada, absolutamente de nada. Que mi vaso no es que esté medio lleno, es que está rebosante de todo aquello que de verdad importa.

Que la vida está llena de dramas, allá donde mires o escuches hay dolor y sufrimiento, y es por eso que me avergüenzo cuando me escucho a mí misma quejarme de banalidades.

No, ya no. Desde hace tiempo que ya no. No más dramas. ¡Mi vaso, medio lleno, siempre! ¿Y el tuyo?

Vaso medio lleno 2


Etiqueta:Actitud, Entusiasmo, inteligencia emocional

  • Compartir:
author avatar
Lucía Galán Bertrand

Publicación anterior

La madre y el miedo.
24 Ene 2016

Siguiente publicación

Vacuna de varicela en farmacias y financiada a los 15 meses y 4 años
27 Ene 2016

También te puede interesar

Límites y rabietas
Límites y rabietas ¡SOS!
31 marzo, 2021
educacion un viaje maravilloso
La educación, un viaje maravilloso – Entrevista con Gestionando Hijos.
2 marzo, 2021
Lucia mi pediatra como-ser-una-madre-maravillosa PODCAST
Podcast Lucía mi pediatra y el Club de Malasmadres
17 febrero, 2021

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Google


Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Buscador

Categorías

  • ADOLESCENCIA
  • ALIMENTACIÓN
  • CHUPETE
  • Covid-19
  • DE 0 A 12 MESES.
  • DE 2-3 AÑOS.
  • DERECHOS
  • DERMATOLOGÍA
  • DIGESTIVO
  • EMOCIONES
  • GENITALES
  • INFECCIONES
  • OFTALMOLOGÍA
  • REDES SOCIALES
  • RESPIRATORIO
  • SER PADRES
  • SUEÑO
  • TRAUMATOLOGÍA
  • VACUNAS

+ Leídos

Julia en la Onda
14Ene2019
A mi bebé le llora mucho un ojo ¿Tendrá el lacrimal obstruido?
21Oct2018
Mi hijo tiene tres pezones: politelia
13Abr2021
Bombardeo a un hospital de Médicos Sin Fronteras.
07Oct2015

Últimos posts

Mi hijo tiene tres pezones: politelia
13Abr2021
Límites y rabietas ¡SOS!
31Mar2021
¿Cereales integrales en niños? ¿Es saludable?
25Mar2021

©2020 Lucía, mi pediatra | Aviso Legal | Política de Cookies

Google

Inicie sesión con su cuenta de sitio

¿Perdiste tu contraseña?

¿No eres miembro todavía? Regístrate ahora

Registra una nueva cuenta

Google


¿Ya eres miembro? Inicia sesión

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí
Aceptar
Política de privacidad y cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado

Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.

Non-necessary

Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.

GUARDAR Y ACEPTAR