La mononucleosis infecciosa es una enfermedad vírica producida por el virus Ebstein Barr; es una infección relativamente frecuente en la infancia y adolescencia que en ocasiones a los pediatras y a los padres y madres, por supuesto, nos trae de cabeza. 

¿Y eso por qué? 

Porque en los primeros días esta enfermedad se parece mucho a una amigdalitis aguda, con fiebre, dolor de garganta, adenopatías en en el cuello (ganglios) y un exudado blanquecino que recuerda mucho a las amigdalitis bacterianas por lo que en ocasiones se diagnostica erróneamente y se pautan antibióticos sin necesitarlos y sin observar mejoría alguna porque la fiebre sigue siendo alta y mantenida durante bastantes días.

Además, tiene una singularidad y es que, al dar amoxicilina pensando que es una infección bacteriana, al 80 % de los pacientes les brotan unas manchas rojizas en la piel (exantema) que se confunde con una alergia a la amoxicilina sin serlo. 

¿Es contagioso?, ¿No hay que hacer ninguna prueba?, ¿Y por qué el pediatra le toca tanto rato la barriga?, ¿Tiene algún riesgo o complicación?

En el siguiente video os hablo de este tema para que los padres podáis comprender lo que le ocurre a vuestro hijo.

Mis recomendaciones son:

  • Si tiene fiebre y malestar, dadle paracetamol y ofrecedle muchos líquidos.
  • Dejadlo descansar. El agotamiento (astenia) es muy habitual, no pueden con su alma. En ocasiones les durará unas semanas más, aunque irá mejorando cada día. También es frecuente la falta de apetito (anorexia), así que no lo forcéis a comer.
  • No debe practicar deporte. Al menos hasta que el hígado y, sobre todo, el bazo vuelvan a su tamaño habitual. El bazo es un órgano que está en una posición muy superficial, no tiene las costillas para protegerlo como el hígado. Ahora que está inflamado, un golpe fuerte en el lado izquierdo del abdomen podría traer una complicación seria como, por ejemplo, una rotura de bazo. Así que, hasta que vuelva a estar bien, el niño no debe montar en bici, ni hacer judo, ni jugar al fútbol para evitar un posible traumatismo en esa zona.

Básicamente lo que se recomienda es descansar y aliviar los síntomas. Como he comentado, no suele haber complicaciones, así que lo importante es prestar atención a su estado general y si tenéis dudas consultar con vuestro pediatra, estamos aquí para ayudaros. 

¡Hasta la próxima!

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