Ayer saltaba la noticia: “Muere un bebé tras suministrarle una dosis de vitamina D y Francia suspende el medicamento”

¡Menudo titular! Asusta hasta al más valiente. Una que ya está acostumbrada a coger este tipo de informaciones con pinzas y no abrir la boca hasta no profundizar en el tema, se puso a leer y a buscar fuentes fiables que arrojaran un poco de luz.

Y justo en ese momento, a las 10 de la mañana sonaba mi teléfono. “Buenos días Lucía, te llamamos desde La Cope a raíz de la reciente noticia sobre la muerte de un bebé en París”.

Unas horas después entraba en directo para comentar la noticia y llamar a la calma. Aquí os dejo el audio para que podáis escucharlo de mi propia voz.

La noticia decía que un bebé de 10 días inmediatamente después de administrarle las gotas de vitamina D presentó síntomas de sofocación y atragantamiento con parada cardiorespiratoria. Cuando sus padres acudieron al hospital, desgraciadamente, los pediatras no pudieron salvar su vida. Noticia que pone los pelos de punta… por lo dramático del suceso, por la edad de la criatura y por la aparente relación entre su muerte y la administración de una medicación que se da a millones de bebés en todo el mundo.

  • Primero: ¡Que no cunda el pánico!
  • Segundo: El complemento vitamínico administrado llamado Uvesterol D no se comercializa en España. En nuestro país contamos con numerosas casas comerciales que fabrican vitamina D en gotas seguros y sin riesgo ninguno para la salud de nuestros niños.
  • Tercero: Existe una alta sospecha que haya habido un problema de sobredosificación con la pipeta, es decir, que se le haya dado mucha más dosis que la recomendada. De hecho, este producto en concreto de este laboratorio ya había sido objeto de estudio y observación en el 2006 precisamente por el modo de administración.
  • Cuarto: hasta que no se estudie en profundidad el caso y se realice la autopsia no tendremos información fiable y objetiva. Aunque haya una relación temporal clara e inmediata tras la administración de las gotas y la parada cardiorespiratoria existe la posibilidad nunca despreciable de que el bebé tuviese un problema de base no diagnosticado que haya desembocado en esta tragedia (arritmia, cardiopatía, bronquiolitis, enfermedad metabólica…)
  • Quinto: he visto a cientos de bebés atragantarse con leche de la mamá, con leche de biberón, con su propia saliva o con agua, cantidades muy superiores a 6 gotitas y nunca han tenido estas consecuencias tan graves, de hecho al final no deja de ser un pequeño susto. Mi propio hijo mayor que era un “ansias” y yo en la época de la lactancia era la mismísima  Central Lechera Asturiana, mamaba con tanta pasión y tanto arte que la leche le salía por la nariz, por los ojos y decidía volver a respirar cuando literalmente parecía que iba a explotar. Llama la atención que únicamente 6 gotas hayan sido necesarias para provocar la asfixia de un bebé a priori sano. No me cuadra…
  • Y sexto: No dejes de darle vitamina D3 a tu bebé. Hazlo siempre a las dosis recomendadas por tu pediatra. Según la casa comercial serán 6 gotas, 4 gotas o incluso 2 gotas. Ofréceselas en la pipeta o en cucharita, sin miedo.

Recuerda que  la administración de la vitamina D está recomendada durante el primer año de vida a todos los niños desde los primeros días hasta cumplir 12 meses ya estén alimentados con lactancia materna o con lactancia artificial, salvo que tomen más de un litro al día de leche adaptada enriquecida con vitamina D.

Así que, tranquilidad, que no cunda el pánico que hoy toca disfrutar de la noche más mágica de la infancia: la Noche de Reyes! ¡Vamos!

Yo por mi parte cruzo los dedos para que sus majestades cumplan todas mis peticiones de mi carta de este año… “Carta a los Reyes Magos de una madre real y pediatra”

Hasta pronto.

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