Las famosas otitis, una de las infecciones más frecuentes de la infancia. Y es que con la llegada del otoño e invierno llegan los catarros y con ellos muchas veces las otitis medias agudas.

Lo primero que debemos saber es que existen dos tipos de otitis y que el origen, los síntomas, el tratamiento y la evolución son diferentes.

En primer lugar, tenemos las otitis externas, típicas del verano, leves, dolorosas, el tratamiento es tópico con gotas y analgesia, ¡y nada de baños en la piscina durante unos días!

En segundo lugar tenemos las otitis medias, propias del otoño e invierno y de las que hablaremos hoy.

¿Qué es la  Otitis Media Aguda?

Son una complicación frecuente de los catarros y los mocos. 

Es frecuente que todo empiece con un cuadro catarral y que con el paso de los días el moco se vaya acumulando e inflamando la Trompa de Eustaquio, un túnel que comunica la nariz con el oído; este moco finalmente se instala en oído medio inflamándolo a su vez. Si el moco es muy espeso y no es capaz de volver a descender por la trompa, se acumulará hasta causar una otitis, ya que el oído medio, que habitualmente es una cavidad cerrada y hueca que actúa como caja de resonancia, se llenará de moco que hará que aumente la presión dentro del mismo generando dolor y por otro lado podría favorecer que crezcan bacterias  que vendrán del interior de la boca o de la nariz y proliferen a sus anchas en ese espacio. Como la Trompa de Eustaquio es tan estrechita y además está horizontalizada en los niños pequeños, el moco no puede salir. Además este cuadro suele ir acompañado de fiebre y malestar general. Ese aumento de presión dentro del oído medio es muy dolorosa; cuando el niño o la niña se queja del oído, es con razón.

Como hemos comentado si se acumula demasiado moco, aumentará la presión, el dolor aumentará y en algunas ocasiones el tímpano, que es una membrana muy fina que separa el oído medio del oído externo, se rasga, se agujerea y el moco sale al exterior con la intención de liberar en parte la presión generada. Estaríamos hablando entonces de otitis media perforada o supurada.

Es habitual que tras una noche espantosa de llanto y fiebre, amanezca la almohada del niño manchada de una sustancia amarillenta y al mirar a nuestro hijo, comprobaremos que ese líquido ha salido de su oído. 

Una vez se ha perforado, al salir el contenido al exterior, la presión baja bruscamente y el dolor desaparece.

Tratamiento

Cuando la otitis media es de en un solo oído, leve y no hay fiebre podemos probar con ibuprofeno durante 48 horas y reevaluar para ver si se puede o no ahorrar la tanda de antibióticos. Sin embargo, en niños menores de 1 años, si afectan a los dos oídos a la vez o si son pacientes con otitis de repetición, solemos iniciar tratamiento con antibióticos orales.

¿Cuándo debería hacer efecto el antibiótico?

A las 48 horas de iniciado el antibiótico debe haber una franca mejoría; si persiste la fiebre, el dolor o se observa enrojecimiento de la zona de la piel que se encuentra detrás de la oreja, deberéis acudir al pediatra ya que podríamos estar hablando de una mastoiditis, complicación grave de las otitis medias.

¿Cuándo debo consultar al otorrino?

Hay que individualizar cada caso pero valoraremos la derivación al otorrino a los niños con otitis media recurrente:

  • Al menos 3 episodios en 6 meses
  • Al menos 4 en un año.

Será él entonces el que valore la necesidad de intervención quirúrgica para colocar unos drenajes (tubos de timpanostomía). Unos microtubitos en la membrana timpánica para que cada vez que acumulen moco en el oído medio, este sea capaz de salir al exterior.
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Lucía Galán Bertrand | Pediatra y Escritora

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