• Blog
  • Mis Libros
  • Mis Cursos
  • Vídeos
  • En los medios
  • Tienda
  • Contacto

Carrito

0
Lucía, mi pediatra
  • Blog
  • Mis Libros
  • Mis Cursos
  • Vídeos
  • En los medios
  • Tienda
  • Contacto

EMOCIONES

  • Inicio
  • Blog
  • EMOCIONES
  • Un cubo y una pala. Historias de playa

Un cubo y una pala. Historias de playa

  • Escrito por Lucía Galán Bertrand
  • Categorías EMOCIONES

Ayer estuve en la playa. Sola. Salía de guardia. A las nueve y media de la mañana ya estaba allí, bajo una sombrilla y en una cómoda tumbona:

  • Hoy sí- pensé- hoy alquilo sombrilla y tumbona. ¡Me lo merezco!

Y, a cual guiri en una paradisíaca playa del Mediterráneo, allí me tumbé, a la sombra, con mi música y mis sueños… Cuando cerré los ojos no había nadie a mi alrededor. Poco a poco, entre canción y canción, iba escuchando el murmullo de los primeros turistas ávidos de sol y sal.

A las 12 de la mañana ya hacía demasiado calor y decidí subir a casa. Justamente al contrario que mis “vecinos de sombrilla”, recién llegados de un caluroso Madrid que comentaban:

  • Hoy que hemos alquilado sombrilla y tumbona, ¡de aquí no nos mueve nadie!

Sonreí al escucharles. Cuando estaba recogiendo, de pronto, presencié una escena que hizo que me tumbara de nuevo para seguir observando tímidamente.

A unos 10 metros de mí, había un padre que había llegado a la playa con su hijo. No alcanzaría los dos años. Sin duda, venía dispuesto a pasar un día inolvidable a juzgar por los bártulos que se había traído.

  • ¡Pero si lleva media casa a cuestas! – pensé.

El entregado padre traía un carrito de hacer la compra, de los que se llevan al mercado para llenarlo de los mejores melones y sandías del verano; pero en lugar de comida, llevaba juguetes. ¡Cientos de juguetes! Un carrito el doble de alto que el propio niño rebosante de todo tipo de juegos: pelotas, cubos, palas, rastrillos, rejillas, caña de pescar, caballitos, anillas de colores, bolos… Un paraíso para cualquier niño.

Su padre, bajo un sol de justicia y sudando la gota gorda, vació el carrito entero en la arena. El niño no mostraba demasiado interés, de hecho, no mostraba ningún interés.

  • ¿Qué está pasando? Si estuviesen aquí mis hijos ya se habrían abalanzado sobre esa montaña de fantasía traída por su padre a la mismísima orilla de playa – pensé.

Pues este niño, no. Miraba con cierto desprecio a sus juguetes mientras su padre insistía en que jugara con una, con dos o y hasta con tres cosas a la vez.

De pronto, amplié mi ángulo de visión y lo vi claro. A unos 7 metros había una  niña, de su misma edad con un cubo amarillo y una pala roja, jugando ella sola, canturreando incluso. Parecía feliz.

Un cubo amarillo y una pala roja.

El niño se levantó y ni corto ni perezoso, señaló con el dedo al cubo amarillo y dijo:

  • ¡Eso!

Se acercó a la niña y sin mediar palabra le arrancó el cubo de las manos:

  • Para mí- sentenció.

La niña, le miró fijamente. Miró a su cubo amarillo ya en manos de aquel extraño. Miró a su pala roja y siguió jugando con ella. Una única pala roja. Y parecía feliz. Fue entonces cuando el niño lanzó el cubo sobre su montaña de juguetes donde llegué a contar hasta 5 cubos de diferentes tamaños y colores. No contento con su nueva adquisición se acercó nuevamente y le quitó a la niña la pala roja. La niña, lloró.

cubo y palaEl padre por fin, intervino.

  • ¡Te he traído montones de juguetes y tienes que quitarle a la niña los suyos! – gritaba rozando la desesperación.

El niño enfadado por la reacción del padre empezó a lanzar los juguetes al aire. Un rastrillo también amarillo, el más grande de todo el carro, casualmente, aterrizó en mi cabeza.

Al padre le faltaban palabras para disculparse.

  • No te preocupes- le dije sonriendo- son cosas de niños- y le devolví “el rastrillo asesino”.

El padre, al borde literalmente de un ataque de nervios, cogió al niño y se lo llevó lejos sospecho que para que yo no escuchara los gritos.

La función había terminado.

  • Eso me pasa por mirar – pensé mientras contenía la risa.

Cuando ya había recogido todas mis cosas: pareo, crema solar y capazo (El rastrillo casi me lo llevo también de peineta…) emprendí el camino a casa. Cuál fue mi sorpresa cuando me encontré en el chiringuito de la playa al padre tomándose una cerveza y a su hijo jugando. Jugando con el teléfono móvil de su padre. Y el carrito lleno de juguetes aparcado a su lado, intacto.

Subí pensando… y pensé mucho ¿Qué está pasando? ¿Les damos demasiado a nuestros hijos que ya no saben jugar con un cubo y una pala? ¿Tienen tantas cosas que ya no saben que querer?

Ahí lo dejo.

Seguid disfrutando del verano. Yo bajaré a la playa con mis hijos y…con nada más. ¿Qué es lo único que necesitaremos? Olas para saltar.

 

“Lo mejor de nuestras vidas” Editorial Planeta. Lo mejor de nuestras vidas 3

Celebrando en estos momentos la 4ª edición! Gracias a todos.

Si aún no tienes tu ejemplar puedes comprarlo pinchando aquí:

  • Casa del libro.
  • Amazon


Etiqueta:inteligencia emocional

  • Compartir:
author avatar
Lucía Galán Bertrand

Publicación anterior

¿Cómo haces para llegar a todo?
12 Jun 2016

Siguiente publicación

Exantema súbito ¿Qué es?
19 Jun 2016

También te puede interesar

Límites y rabietas
Límites y rabietas ¡SOS!
31 marzo, 2021
educacion un viaje maravilloso
La educación, un viaje maravilloso – Entrevista con Gestionando Hijos.
2 marzo, 2021
Lucia mi pediatra como-ser-una-madre-maravillosa PODCAST
Podcast Lucía mi pediatra y el Club de Malasmadres
17 febrero, 2021

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Google


Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Buscador

Categorías

  • ADOLESCENCIA
  • ALIMENTACIÓN
  • CHUPETE
  • Covid-19
  • DE 0 A 12 MESES.
  • DE 2-3 AÑOS.
  • DERECHOS
  • DERMATOLOGÍA
  • DIGESTIVO
  • EMOCIONES
  • GENITALES
  • INFECCIONES
  • OFTALMOLOGÍA
  • REDES SOCIALES
  • RESPIRATORIO
  • SER PADRES
  • SUEÑO
  • TRAUMATOLOGÍA
  • VACUNAS

+ Leídos

Julia en la Onda
14Ene2019
A mi bebé le llora mucho un ojo ¿Tendrá el lacrimal obstruido?
21Oct2018
Mi hijo tiene tres pezones: politelia
13Abr2021
Bombardeo a un hospital de Médicos Sin Fronteras.
07Oct2015

Últimos posts

Mi hijo tiene tres pezones: politelia
13Abr2021
Límites y rabietas ¡SOS!
31Mar2021
¿Cereales integrales en niños? ¿Es saludable?
25Mar2021

©2020 Lucía, mi pediatra | Aviso Legal | Política de Cookies

Google

Inicie sesión con su cuenta de sitio

¿Perdiste tu contraseña?

¿No eres miembro todavía? Regístrate ahora

Registra una nueva cuenta

Google


¿Ya eres miembro? Inicia sesión

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí
Aceptar
Política de privacidad y cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado

Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.

Non-necessary

Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.

GUARDAR Y ACEPTAR