Sois muchas las madres las que preguntáis si podéis dar el pecho a vuestros bebes a pesar de llevar prótesis mamarias. La respuesta es sí aunque las dificultades aumentarán ligeramente respecto a las madres que no se han operado.

Las siliconas son productos cosméticos ampliamente utilizados en nuestro medio y está claramente demostrado su inocuidad. No hay evidencia de toxicidad sobre los tejidos humanos. Los estudios que decían lo contrario en los años 90 donde se alertaba de posibles efectos adversos en los bebés amantados por estas mujeres fueron desmentidos en numerosos estudios posteriores y ahora no hay duda que la silicona no es peligrosa ni para las madres ni para sus hijos lactantes.

Las prótesis de silicona son seguras, incluso las mundialmente conocidas como PIP que suscitaron tanto polémica y obligaron a miles de mujeres de todo el mundo a hacer un recambio de las mismas. Por lo que las primeras informaciones que llegaron a todos los medios en las que se desaconsejaba a las mujeres portadoras de PIP no amamantar, posteriormente se demostró que carecían de validez científica. Por tanto ahora mismo se puede decir que las prótesis de silicona no conllevan riesgo ninguno para el lactante amamantado.

Es más, los niveles de silicona en sangre y en leche materna de madres con prótesis y de madres sin prótesis son muy similares, además curiosamente son 13 veces más bajos que los encontrados en la leche de vaca y 80 veces más bajos que en las fórmulas artificiales infantiles.

A pesar de todo ello, APILAM (la Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna) ha revisado recientemente la situación de las mamoplastias en aumento y señalan que existe un mayor riesgo de lactancia insuficiente y menor incidencia de lactancias maternas exclusivas. Explican detalladamente los posibles motivos de esta nueva evidencia:

  • Debido a la intervención puede existir una pérdida de la sensibilidad y capacidad eréctil de la areola y el pezón e interrupción del reflejo neuro-endocrino por corte de las ramas nerviosas implicadas, según el tipo de cirugía realizada. Por todo ello la producción de leche puede ser menor.
  • Puede existir dolor del pecho por presión del implante o por la contractura capsular
  • Las mujeres que deciden aumentarse el pecho, en muchas ocasiones es porque puedan tener una auténtica hipoplasia mamaria (desarrollo incompleto del tejido mamario) y esto ya de por sí dificultará la lactancia.

En conclusión: Las prótesis en sí no conllevan riesgo pero existe evidencia de que las madres con implantes tienen más dificultades que el resto de conseguir una lactancia materna exclusiva.

Así con todo yo siempre animo a las madres a intentarlo; querer es poder. Y si finalmente tenemos que suplementar y ofrecer una lactancia mixta, bienvenida sea. Cada gotita cuenta.

Bibliografía:  APILAM y www.e-lactancia.org

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