¿Qué tienen los trocitos y los juguetes pequeños para los niños que les resultan tan atractivos? Todos sabemos que los niños pequeños, especialmente los menores de cinco años, tienden a meterse todo aquello que encuentran en la boca, sea comestible o no. ¿verdad?

Yo misma me metí un garbanzo en la nariz cuando tenía un año y medio y no os quiero ni contar lo que salió de ahí dentro días después, cuando mis padres se dieron cuenta de que, desde hacía días, no hacía más que señalar a la nariz diciendo “pupa”.

Lo verdaderamente peligroso es cuando ese objeto obstruye la vía aérea poniendo en riesgo su vida en cuestión de minutos pero cuando el objeto en cuestión pasa a la vía digestiva lo denominamos ‘Ingestión de cuerpo extraño’ y tenemos algo más de margen de maniobra.

El motivo de consulta de ‘mi hijo se ha tragado…’ es relativamente frecuente en los Servicios de Urgencias. De hecho, representa la segunda causa de indicación de endoscopia urgente en pediatría.

¿Cambia nuestra actitud si el niño se ha tragado una moneda, una pila, un alfiler o un imán?

Vamos a repasar todo lo que debemos saber en el artículo semanal que escribo en El Muro y que aquí os dejo.

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