¿A qué denominamos roncar?

El ronquido es el sonido que se produce cuando el aire pasa por una vía aérea superior estrecha. Aunque es común (hasta un 10% de los niños roncan), no debe considerarse normal.

Generalmente, los ronquidos son ocasionales y están asociados a resfriados. En estos casos, no representan ningún riesgo. Si el niño deja de roncar una vez que desaparecen los síntomas del resfriado, no hay motivo de preocupación.

Las causas de ronquido más frecuentes son:

  1. Infecciones respiratorias. 
  2. Rinitis alérgicas 
  3. Reflujo gastroesofágico. 
  4. Fumadores pasivos. 
  5. Niños con adenoides («vegetaciones») o las amígdalas más grandes de lo habitual (hipertrofia amigdalar).

¿Tengo que preocuparme?

Vamos a ver en el siguiente video, cuando es importante ocuparse de ello.

¿Qué hacemos ante un niño que ronca? 

Consulta a tu pediatra. Le realizarán una detallada historia clínica con preguntas cómo ¿Ronca todas las noches, aunque no esté acatarrado? ¿Has escuchado pausas en la respiración (apneas)? ¿Ronca fuerte? ¿Tiene un sueño muy agitado? ¿Se hace pipí por las noches? ¿Respira por la boca?

También le realizarán una buena exploración. Medirán su tensión arterial, ya que una presión arterial alta nos pone en alerta. Además, lo pesarán, ya que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para las apneas durante el sueño. Examinarán las amígdalas y evaluarán si están agrandadas y obstruyen la vía respiratoria o si tienen un tamaño normal.

Observar las adenoides, también conocidas como “vegetaciones”, a simple vista no es posible. Solo pueden visualizarse con una pequeña cámara que utilizan los otorrino a través de un tubo que introducen por la nariz, llamado rinoscopio. Esta técnica, sencilla y rápida, proporciona información detallada al permitir visualizar claramente el tamaño y el grado de obstrucción de las adenoides.

Lo ideal es realizar también un Estudio del Sueño. Esto implica que los niños pasen una noche en el hospital, conectados a varios cables (que se colocan una vez que están dormidos).

A través de este estudio, los neurofisiólogos o neumólogos nos proporcionarán todos los datos necesarios, incluidas las fases del sueño (profundo, superficial, REM), pausas de apnea, períodos sin respiración, y la concentración de oxígeno en sangre. Con este informe, podemos diagnosticar el Síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño en los niños. Además, si tienen las amígdalas o adenoides muy grandes, tendremos una clara indicación.

Confía en tu pediatra, estamos aquí para ayudaros. 

Y si necesitas consultar más dudas, tienes disponible El gran libro de Lucía, mi pediatra, donde os detallo las causas del ronquido y qué hacer ante un niño que ronca.

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