España entera se congela. Hemos visto en los medios de comunicación las nevadas que ha habido en toda la geografía española. El frío por fin ha llegado y con él surgen infinidad de comentarios, muchos de ellos bulos exentos de evidencia científica que corren como la pólvora de casa en casa. Hoy en Saber Vivir hemos hablado de ello y nos hemos reído un rato. Aquí os dejo el vídeo para que me podáis ver y escuchar de viva voz. (Minuto 6:46) ¡Acabemos con los bulos!

  • No camines descalzo, por Dios, que te vas a resfriar.
Caminar descalzo no hace que te resfríes más fácilmente, no.

Que no, que los virus no entran por los pies, que los catarros no se cogen del suelo. Que nuestros hijos se resfrían al estar en contacto con otros niños que a su vez están resfriados. Que las infecciones respiratorias, catarros, gripes y resfriados comunes se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva que emitimos al hablar o a través de nuestras manos. Educa a tus hijos en unos buenos hábitos: lavado de manos, pañuelos de papel desechables y toser sobre el codo y no sobre la mano.

– Ayer salió al recreo sin abrigo y hala, ya está resfriado.

Pues no, los niños no enferman por salir al recreo sin el abrigo. Otra cosa es estar a muy bajas temperaturas durante horas sin el abrigo adecuado. Los niños enferman justamente dentro de las aulas donde se concentran 25 chiquillos de los cuales la mitad están con mocos, tosiendo y estornudando.

– Entonces, ¿el frío no trae más infecciones?

Sí, sí que hay más infecciones respiratorias. Se juntan varios factores: por un lado las bajadas de temperaturas hacen que proliferen más determinados virus catarrales, la gente se contagia más y por consiguiente los virus circulan a sus anchas con mucha más libertad y en mayor número que en verano. Además la gripe que es una enfermedad estacional, toca a nuestra puerta en torno al mes de octubre y no termina de irse hasta marzo. Para más inri en invierno pasamos más tiempo en sitios cerrados, rodeados de más gente que en verano. Esto facilita la propagación de los virus. Y por otro lado las bajas temperaturas hacen que los cilios, esos pelillos que tenemos en nariz y en vías respiratorias y que sirven de filtro, funcionen de una forma más perezosa por lo que es más probable que algún virus se les escape y termine en un resfriado común.

– ¿Qué hay de cierto en que los niños cuantas más capas de ropa mejor? ¿Varias capas o abrigo gordo? 

Para combatir el frío lo ideal es poner capa sobre capa, mejor que una sola aunque sea muy gruesa. Ahora bien, de ahí a envolverles como si fuesen cebollas, tampoco. Los niños tienen la misma temperatura de los adultos, ni más ni menos. Es más, ellos se mueven mucho más que nosotros y entran en calor mucho más fácilmente que nosotros. Es importante resaltar que la parte del cuerpo por la que perdemos más calor es la cabeza, sobre todo los niños. Los niños cuanto más pequeños son, más grande tienen la cabeza en comparación con el resto del cuerpo. Es por ello que en esta época, una buena medida antes de salir de casa es ponerles un buen gorro. Los guantes y un buen calzado ayudan mucho para mantener el calor corporal.

– Claro, es que sudó haciendo deporte y como hacía tanto frío, pues cogió una neumonía.

Megggg, error. No, la neumonía no se coge porque nuestro sudor se congele a dos grados bajo cero, no. La neumonía nuevamente es una enfermedad infecciosa, vírica o bacteriana que se fundamentalemnte por contacto directo con otra persona. Como tampoco se resfría un bebé por destaparse por la noche, ni tampoco un niño mayorcito por sudar mientras duerme a temperatura adecuada. Sentido común. Y ya sabéis aquello del “principio de neumonía” ¿no? Ni principio ni final, o se tiene o no se tiene. Os dejo aquí el polémico post para que refresquéis la memoria.

– Es que siempre igual, en cuanto se pone en corriente, el chiquillo se resfría.

Pues siento deciros que tampoco. Que las corrientes de aire no traen flotando los bichos. De nuevo son las demás personas las que los traen en sus manos o en las gotitas de saliva.

– Que no se te olvide secarle el pelo con el secador que si no la niña se resfría.

Tampoco. Lo siento pero no. Puede que pase más frío, pero los virus nada tienen que ver con el pelo húmedo. Si los distintos virus ya están instalados en nuestro cuerpo, el secador como que no les va a “achantar”.

– Un zumito de naranja todas las mañanas para evitar los resfriados.

Lo siento una vez más, pero el zumo no sube las defensas aunque sea rico en Vitamina C. Como tampoco las suben los jarabes, pastillas, vitaminas u otros remedios caseros. ¿Recordáis cuando hablamos de ellos, de los zumos? ¿Recordáis las cantidades recomendadas en caso de consumirlos? Os refresco la memoria aquí. 

  • No vacuno más a mi hijo de la gripe. El año que le vacuné cogió una gripe malísima y lo mismo me ocurrió a mí.

Mito. Es médicamente imposible que la vacuna de la gripe transmita la enfermedad. Imposible. Tu niña habrá cogido un resfriado común por otro virus diferente a la influenza y tú habrás pensado que es la gripe.

– Me dijeron que mi hijo tenía un resfriado, luego una gripe, y hasta que no le dieron el antibiótico no mejoró.

Los virus ya sean gripales, catarrales o bronquiales no se tratan con antibióticos. No mejoran y en ocasiones pueden empeorar. No nos cansaremos de decirlo. Debemos hacer un uso responsable de los antibióticos. La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial que genera miles de muertes al año en todo el mundo. Si es una gripe, si es un resfriado común no precisa antibióticos. Solo si tras una semana los síntomas no mejoran, si el estado general empeora o persiste fiebre y malestar pasados unos días es cuando hay que sospechar que quizá se trate de una infección bacteriana, en cuyo caso debéis consultar de nuevo con el pediatra.

¡Hasta la próxima!

Publicaciones Similares