Es común que los padres se preocupen cuando sus hijos se despiertan con los ojos rojos, llenos de legañas y quejándose de picor. ¿Es normal? ¿Se trata de una infección o de una alergia? ¿Es necesario ir al médico? Y una pregunta muy frecuente: ¿es contagioso?
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, una membrana que cubre parte del globo ocular, más conocida como “lo blanco del ojo”. Es una de las afecciones más frecuentes en la infancia y puede tener varias causas: bacteriana, viral o alérgica.
Tipos de conjuntivitis
Conjuntivitis bacteriana 🦠
Si el niño presenta legañas amarillentas o verdosas, ojos rojos y los párpados pegados al despertar, es probable que estemos ante una conjuntivitis bacteriana. Esta inflamación ocular suele estar causada por bacterias que son muy contagiosas.
Conjuntivitis viral 🤧
Cuando la legaña es más transparente, acompañada de lagrimeo, fiebre y síntomas catarrales, probablemente se trate de una conjuntivitis viral. Un virus común en este tipo de infecciones es el adenovirus, que puede provocar fiebre y ganglios inflamados cerca de la oreja. Este tipo de conjuntivitis también es muy contagiosa. En estos casos, la higiene es clave: lavar los ojos con suero fisiológico y evitar remedios caseros como la manzanilla.
Conjuntivitis alérgica 🌼
Si el niño experimenta picor intenso, lagrimeo continuo, estornudos y una legaña transparente muy leve, es posible que se trate de una conjuntivitis alérgica. Este tipo de conjuntivitis suele mejorar con antihistamínicos.
Medidas de higiene y prevención 🧴
Sea cual sea el tipo de conjuntivitis, es fundamental extremar las medidas de higiene para evitar el contagio 🧼🚿. Lavarse las manos antes y después de limpiar los ojos del niño y evitar el uso de lentillas durante esos días puede ser de gran ayuda.
Recuerda: Una conjuntivitis es tratada habitualmente por tu pediatra.
Es importante acudir al pediatra cuando el niño presente síntomas de conjuntivitis 🏥. El médico evaluará si es necesario recetar antibióticos en caso de conjuntivitis bacteriana, o antihistamínicos para tratar una conjuntivitis alérgica. Si el tratamiento no funciona o surgen complicaciones, se podría derivar al oftalmólogo
No debemos automedicar a los niños sin la valoración de un profesional, ya que esto podría agravar la situación o generar resistencias bacterianas.
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¡Hasta la próxima!
Lucía Galán Bertrand | Pediatra y Escritora
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