Pues sí, ha llegado la época en la que las consultas se llenan de niños cuyo principal síntoma son los mocos, por alguna razón se llamarán a los niños “mocosos”, ¿no?

Y esto es un tema que nos preocupa a todos pero que debemos normalizar. ¿Por qué?, pues porque los mocos cumplen su función, atrapan a los gérmenes para que estos sean más fácilmente expulsados de nuestro organismo. De hecho hay una frase que me habréis oído en muchas ocasiones que es: “los mocos se pillan en septiembre y se sueltan en mayo”. Pero que no cunda el pánico, que la mayoría de veces no implican gravedad ni revisten de ningún riesgo. 

Lo que sí debemos conocer es en qué situaciones debemos consultar con nuestro pediatra ya que en un porcentaje pequeño de casos, podemos estar hablando de otras circunstancias que sí precisen de control y tratamiento. 

Un niño en edad escolar, entre septiembre y junio, tiene una media de 5-6 catarros de vías altas o incluso más. En los más pequeños, hasta 7- 8 episodios al año. Durante estos procesos tendrán fundamentalmente mocos, tos, estornudos, a veces dolor de garganta y fiebre. Pero fiebre no suele durar más de 3 días. 

Los mocos los tendrán durante 7 días y la tos, a veces, se prolonga hasta dos semanas. Esta es la evolución natural de un catarro sin complicaciones. Con el paso del tiempo comprobaréis cómo vuestro hijo tendrá menos catarros ya que su sistema inmunitario va madurando.

 Recordad que en los 3 primeros años de vida el sistema inmune es muy inmaduro y los niños se defienden mal ante cualquier infección. Y por otro lado, los niños más mayores no establecen un contacto tan íntimo como los pequeños que comparten juguetes, botellas de agua, y hasta mordiscos.

¿Y no hay ninguna medicina para quitarle estos mocos?

Sintiéndolo mucho, no. Fármacos como tal que elimine los mocos con evidencia científica demostrada no los hay. 

Y los antibióticos tampoco.  Los catarros en la inmensa mayoría de los casos son infecciones víricas por lo que, los antibióticos, no tienen nada que hacer. Son absolutamente inefectivos.

Los efectos indeseables de este tipo de medicamentos están ampliamente documentados en la bibliografía científica, sobre todo, en niños menores de 6 años: arritmias, broncoespasmo, vértigos, mareos, náuseas, disminución del nivel de conciencia y encefalopatía. No existe evidencia científica que avale su uso por lo que NO debemos utilizarlos a esas edades.

Los tan utilizados mucolíticos, antitusígenos, anticongestivos, anticatarrales y antihistamínicos no han demostrado su eficacia en el uso de los catarros en los menores de 6 años, es más, se han descrito efectos adversos que aunque infrecuentes pueden ser graves o muy graves. 

Lo que sí ha demostrado eficacia y alivio en los síntomas es la fisioterapia respiratoria por lo que si tienes a mano un equipo especializado no dudes en pedir ayuda. 

Pero si tiene los mocos verdes, tengo que darle antibióticos, ¿verdad?

El color no determinará si el niño necesita o no antibióticos. Los mocos inicialmente son transparentes. A medida que pasan los días se van haciendo blanquecinos. Si la infección sigue inflamando la mucosa observaremos que se vuelven de un color amarillo pálido.

Para aquellos que van aún más allá os diré que si la infección dura unos días más se harán amarillo mostaza y terminarán siendo verde botella, casi musgo, a veces un verde militar y está es la evolución natural.

Cuando sus mocos son verdes, lo único que quiere decir es que nuestro organismo lleva ya varios días luchando con todas sus fuerzas para combatir el virus, y la inmensa mayoría de las veces salimos victoriosos. Pero no necesariamente implica sobreinfección bacteriana.

¿Cuándo debería preocuparme por los mocos?

  • Si la fiebre dura más de 3-5 días sin un origen del todo claro.
  • Si en lugar de ir descendiendo la fiebre, con el paso de los días, sube de 39ºC.
  • Si presenta dolor de oídos o secreción. La otitis media es una complicación frecuente.
  • Si tiene respiración acelerada o dificultad respiratoria. En ocasiones se asocia a neumonía.
  • Si escucha pitos (sibilancias) al respirar. Hablaríamos entonces de una bronquitis.
  • Si los mocos en nariz persisten más de 10 días y estos son cada vez más espesos y malolientes y comienzan con dolor de cabeza, dolor frontal o dolor tras los ojos (a veces se complican con sinusitis).
  • Si el niño está muy decaído y con poca actividad: este es el síntoma más importante de todos, su estado general. Si está activo, juguetón y come aceptablemente, tranquilos. 
  • Y por supuesto, siempre que consideréis que vuestro hijo no evoluciona como debería.

Así que, ahora que ya sabéis más cosas sobre los catarros, la próxima vez que se resfríe vuestro hijo, poned vuestros cinco sentidos y no perdáis la calma. 

Y ahora decidme ¿los vuestros ya han caído?

Mucho mucho ánimo ❤️

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¿Qué hacer y qué no hacer? Pues os parecerá una tontería pero esto cuando tienes un hijo es fundamental. Y es fundamental porque un niño sano sin ningún problema de salud tendrá entre 6-8 infecciones al año una vez esté escolarizado hasta los 6-7 años. Por tanto es vital saber qué tenemos que hacer en…

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Regalar a Otra Persona

Lucía Galán Bertrand | Pediatra y Escritora

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