La congestión nasal es un problema muy común en bebés y niños pequeños, especialmente durante los meses de invierno o en épocas de alergias. A diferencia de los adultos, los más pequeños no saben sonarse la nariz, lo que puede dificultar su respiración, especialmente durante las tomas y el sueño.

Los lavados nasales son una herramienta clave para ayudarles a respirar mejor. A continuación, te explicamos cómo realizarlos de manera segura y efectiva.

¿Por qué son importantes los lavados nasales?

  1. Facilitan la respiración: Eliminan el moco que puede obstruir las vías respiratorias.
  2. Previenen infecciones: Ayudan a mantener limpias las fosas nasales, reduciendo el riesgo de otitis media.
  3. Mejoran el sueño y la alimentación: Un bebé que respira mejor puede comer y dormir con mayor comodidad.
  4. Favorecen la administración de medicación inhalada: En casos de niños con patologías respiratorias, los lavados mejoran la eficacia de los tratamientos.

¿Cuándo hacer los lavados nasales?

  • Antes de las tomas (en lactantes pequeños) o comidas.
  • Antes de dormir, para mejorar la calidad del sueño.
  • Siempre que el niño presente congestión nasal evidente.
  • Antes de utilizar dispositivos de inhalación, como cámaras con aerosoles.

Paso a paso: lavado nasal en bebés y niños pequeños

  1. Prepara el ambiente: Asegúrate de que el niño esté en un lugar cómodo y seguro, como una camilla o una superficie acolchada. Ten todos los materiales listos.
  2. Coloca al niño adecuadamente:
    • Para bebés: Colócalo tumbado de lado, sujetando suavemente su cabeza.
    • Para niños más mayores: Pueden estar sentados con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante.
  3. Aplica el suero fisiológico:
    • Las técnicas y dispositivos de irrigación son múltiples. De hecho las recomendaciones han cambiado en los últimos años como así nos explica Cristina Ruiz, Fisioterapeuta Infantil especializada en fisioterapia respiratoria en el Curso online Lavados nasales y fisioterapia respiratoria.
    • Si usas una jeringa, asegurate que conoces bien la técnica para no causar un daño innecesario en las fosas nasales de tu bebé.
    • Puedes tumbar al bebé boca arriba con su cabeza de lado.
    • Introduce la jeringa en la fosa nasal superior (la que queda más arriba si el niño está de lado).
    • Inyecta el suero lentamente y con firmeza. El líquido debería salir por la otra fosa nasal arrastrando el moco. Pero insistimos, existen distintos dispositivos y técnicas que merece la pena que conozcas.
  4. Limpia suavemente: Usa un paño limpio o una gasa para retirar los restos de moco y suero.
  5. Repite en la otra fosa nasal: Gira al bebé hacia el otro lado y repite el procedimiento en la otra fosa.
  6. Calma al niño: Algunos bebés pueden llorar o mostrarse inquietos, pero es un procedimiento rápido. Cálmale con caricias o hablándole suavemente.

En bebés:

En niños mayores:

Consejos prácticos

  • No uses agua directamente: Siempre utiliza suero fisiológico o soluciones salinas específicas.
  • Evita excesos: No es necesario hacer lavados nasales constantemente; hazlos solo cuando sea necesario.
  • Mantén la higiene: Lava bien la jeringa o el dispositivo después de cada uso.
  • Consulta al pediatra: Si la congestión nasal es persistente o hay fiebre, es importante buscar atención médica.

Preguntas frecuentes

1. ¿Los lavados nasales son dolorosos? No, pero pueden ser molestos para el niño. Es una sensación que suele desaparecer rápidamente.

2. ¿Cuántas veces al día se pueden hacer? Se recomienda hacerlos entre 2 y 4 veces al día, dependiendo de la congestión.

Realizar lavados nasales de manera adecuada puede marcar una gran diferencia en el bienestar de tu bebé o niño pequeño.

Además, si quieres aprender más sobre cómo hacerlos correctamente, no te pierdas nuestro Curso online de Lavados Nasales y fisioterapia respiratoria.

Este curso, impartido por Cristina Ruiz, fisioterapeuta pediátrica, y Lucía, mi pediatra, te enseña todo lo necesario para realizar lavados nasales y fisioterapia respiratoria de forma segura y efectiva en casa. A través de vídeos prácticos y explicaciones detalladas, aprenderás cuándo y cómo retirar los mocos, qué dispositivos utilizar y las técnicas correctas para cada edad.

Hablaremos de en qué situaciones se puede realizar o no fisioterapia respiratoria y qué técnicas podemos hacer en casa.

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Lucía Galán Bertrand | Pediatra y Escritora

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